Escondidos, solos... ¿por amor? La famosa canción de David Bisbal y Chenoa parecía prever la tónica en la que iba a moverse la reunión de este martes entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El secretario general del PSOE, tras ganar las primarias y configurar su Ejecutiva, aseguró que llamaría al secretario general de Podemos a fin de concertar una cita. El líder morado recogió el guante y, tras una conversación de poco más de 30 minutos, acordaron verse para alcanzar acuerdos y revertir las políticas del Partido Popular. El encuentro se ha producido este martes y, a pesar de que era de dominio público y ambas formaciones han hablado tras el mismo, su llegada a la sala ha sido en absoluto secreto.

En otras ocasiones se han podido ver imágenes del paseíllo de Sánchez junto a Iglesias. Una instantánea que no ha sido posible en esta ocasión. El secretismo ha planeado sobre la reunión desde el inicio. Tanto Pablo Iglesias como Pedro Sánchez han acudido a la sala de la portavocía del PSOE –la habilitada para el encuentro- por los túneles del Congreso, utilizando así los pasillos de las dependencias inferiores y evitando las cámaras situadas en el exterior. Además, Pablo Iglesias ha llegado cuatro minutos tarde. Eso sí, con un regalito muy especial: el libro Ibex 35, una historia del Poder en España, de Rubén Juste. Un alegato contra la corrupción en las grandes empresas de España.

Una reunión que “ha ido muy bien”

“La reunión ha ido muy bien, ha habido buen ambiente y hemos hablado de muchos temas", ha indicado Pablo Iglesias, quien ha asegurado que “el feedback ha sido muy bueno” y que “este PSOE tiene cosas que suenan muy bien, no es el de la Gestora”. El secretario general de Podemos ha matizado que “hay diferencias” pero existe voluntad de crear una “mayoría alternativa que desaloje al PP”. En este sentido, no se refería a una posible moción de censura, sino a que han hablado de configurar “grupos de trabajo” para trabajar conjuntamente en propuestas concretas. Irene Montero y Margarita Robles, como portavoces parlamentarias de sus respectivos partidos, serán las encargadas de configurar unos grupos de trabajo cuyas reuniones están previstas que arranquen a mediados de julio.

Hay muchas aristas que tratar. Entre otras, una de las más polémicas de los últimos días dado el cambio de postura del PSOE: el CETA. “Tenemos diferencias” ha dicho Iglesias, quien ha añadido que, no obstante, ve un “gran primer paso” y agradece al PSOE el viraje de posición. Además, le ha pedido “que esté con nosotros en el CETA”, haciendo referencia a que espera que apoyen su petición de informe sobre la constitucionalidad del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá.

Pablo Iglesias ha concluido su comparecencia invitando a los socialistas a no “establecer ningún deadline para no descarrilar en la hoja de ruta”.

El PSOE no se está podemizando

José Luis Ábalos, secretario de organización del PSOE, ha sido el encargado de dar cuenta de la reunión, y no así Pedro Sánchez. El que fuera portavoz provisional parlamentario ha aclarado que “hemos tomado la decisión de que comparezca tras la ronda”, ya que este miércoles se reúne con Albert Rivera y el jueves, con Alberto Garzón.

“He seguido la comparecencia de Iglesias y en buena parte ratificaré lo que ha dicho”, ha arrancado José Luis Ábalos, quien ha destacado que la reunión nace “dentro de una dinámica” cuyo objetivo es desalojar al PP. El secretario de Organización socialista ha confirmado los grupos la configuración de “grupos de trabajo” que tratarán cuestiones como las pensiones, el rescate de los jóvenes y el establecimiento de una mayoría alternativa al PP basada en el diálogo y en las políticas concretas.

Ábalos ha señalado que el viraje ideológico del PSOE no se debe a la denominada podemización ya que “el PSOE no se acerca a nada”. Y es que, Iglesias ha dicho que “no podemos gobernar sin el apoyo del PSOE y el PSOE no podrá gobernar sin nuestro apoyo”. “Este partido no admite el término 'nunca', la aspiración es gobernar con una mayoría propia”, ha asegurado el secretario de Organización socialista, quien ha añadido que “aspiramos a ser la fuerza mayoritaria”.

Para concluir, Ábalos ha mencionado que “no es serio” que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no llame a Pedro Sánchez para mantener un encuentro.

Una escenificación para rebajar expectativas

El control de la imagen es fundamental en política, máxime de un tiempo a esta parte. El dominio de la escena es primordial. Luces, vestuario, guion… todo cuenta. Sin embargo, en ocasiones, aparentar no haber preparado nada es más efectivo mediáticamente. El intercambio de halagos en la moción de censura entre Podemos y PSOE despertó los rumores de una impronta luna de miel en la izquierda del espectro ideológico. En este sentido, tanto Iglesias como Sánchez han decidido rebajar las expectativas, mantener un perfil bajo y evitar una escenificación excesiva. Por estos motivos, ambos secretarios generales han evitado el famoso paseíllo.

El caos de las comparecencias: entra Hernando

Tras la reunión estaba previsto que hablaran Pablo Iglesias y José Luis Ábalos –secretario de Organización del PSOE- en lugar de Pedro Sánchez. La comparecencia del líder morado estaba prevista para las 11:00 en el set del Congreso. Sin embargo, dada la duración del encuentro, en torno a hora y media, se ha retrasado. Pero el asunto no ha quedado ahí. Dada la cantidad de periodistas que esperaban escuchar al secretario general de Podemos, el lugar de la comparecencia se ha cambiado e iba a celebrarse en la sala de prensa del Congreso de los Diputados, mucho más amplia. Sin embargo, había un factor con el que no contaban: Rafael Hernando había reservado la sala tras la Junta de portavoces. En otras palabras, por culpa de Hernando, Iglesias ha tenido que suspender su rueda de prensa y convocarla a las 12:·30 ya que a las 12:00 estaba programa el acto en memoria de las víctimas de terrorismo.