Pablo Casado y Albert Rivera se han mostrado muy duros con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en un Pleno en el que la cuestión de Arabia Saudí ha pasado prácticamente de puntillas. Tanto PP como Ciudadanos han convertido la sesión en un Debate sobre el Estado de la Nación improvisado, en el que el tema central ha caído en el olvido.

Cataluña, Venezuela, ETA y Cuba. Las líneas argumentales sobre las que han caminado Pablo Casado y Albert Rivera durante todo el Pleno. La aznarización de Pablo Casado no ha pasado desapercibida para nadie, ni siquiera para Sánchez, pero el presidente del Gobierno se ha mostrado más duro con su homólogo de Ciudadanos.

Un combate dialéctico de pesos pesados que el líder naranja ha llevado a su terreno habitual, obviando cualquier parte del orden del día en el que el Brexit y Arabia Saudí eran los protagonistas de la jornada en la Cámara Baja, pero nada más lejos de la realidad.

Sin escrúpulos

Venezuela, para variar, ha sido uno de los puntos troncales de la afrenta entre Sánchez y Albert Rivera. Un hecho que le achacan constantemente desde la formación naranja para “reprocharnos el apoyo de Podemos”. El jefe del Ejecutivo se ha remitido a la “política de diálogo” para explicar este pacto que parece que el conservadurismo español no entiende.

Pero Sánchez no ha dejado pasar la oportunidad para calificar a Rivera y a Pablo Casado como “políticos sin escrúpulos”. La posición de populares y naranjas es sempiterna y archiconocida ante cualquier tema y les acusa de usar “el sufrimiento de los venezolanos para consumo doméstico”.

Pero Rivera no iba a quedarse callado, por supuesto y se remitió al futuro final de mandato de Sánchez. “Cuando termine su legislatura, que espero que sea pronto por el bien de España”, indicaba el líder de Ciudadanos, habrá que buscar la definición de ‘sin escrúpulos’ y “saldrá su cara”.

Trillizos de Vox

Pero sin duda, uno de los temas estrella en las réplicas del jefe del Ejecutivo socialista ha sido la que le regaló por su ‘vínculo’ con Vox. Y es que la formación de Rivera no se ha negado a compartir un acto con el partido extraparlamentario de extrema derecha, algo que ha levantado suspicacias fuera del espectro de la derecha española.

Así las cosas, Pedro Sánchez ha acusado a Rivera de “hacer manitas ideológicas” con la formación de Santiago Abascal. Sánchez le ha preguntado a Rivera qué es lo que comparte con Vox, pues no comprende la “asistencia de esta formación” al acto de los naranjas en Alsasua. Pero además, le recordó a Rivera sus filias con la formación eurófoba de Libertas. Un partido con el que concurrió a los comicios europeos del año 2009.

El jefe del Ejecutivo se ha preguntado si uno de los motivos por los que Vox ha trascendido la contracultura político es por los discursos radicales de Casado y Albert Rivera. Como consecuencia de las estrechas similitudes discursivas de los tres partidos, Sánchez les ha calificado como “trillizos”.