Las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en las que desvela los presuntos negocios opacos y sombríos del rey Juan Carlos I en el extranjero han provocado un auténtico terremoto político. Por primera vez desde la moción de censura, la cercanía entre los aliados contra Mariano Rajoy se tambalea. Unidos Podemos solicitó la creación de una comisión de investigación, Pedro Sánchez aboga por esperar a las explicaciones del CNI y, entretanto, Gabriel Rufián se lo toma con humor.

El diputado de Esquerra Republicana ha publicado un tuit en el que considera que a la Corona la derrotarán Letizia o Froilán, y no así las grabaciones de Corinna.

Este martes se reflejaron las distensiones por las grabaciones de Corinna en el seno del Congreso de los Diputados, durante la comparecencia en la que el presidente del Gobierno debió trasladar a la Cámara las conclusiones del Consejo Europeo, pero que finalmente se convirtió en un Debate sobre el Estado de la nación.

"El Parlamento se dota de sus comisiones, tiene una de gastos reservados, y esperamos a las aclaraciones del director general del CNI y, a partir de ahí, actuaremos. Luego veremos el proceder", argumentó Pedro Sánchez a preguntas de Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida.

Los negocios de su majestad

Corinna relató que el rey emérito estaría utilizándola como testaferro con el objetivo de ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero. Según unas grabaciones desveladas por El Español, y Okdiario, la alemana se lo confesó al polémico comisario José Manuel Villarejo en una reunión que mantuvieron en Londres en el año 2015 y que fue facilitada por el empresario Juan Villalonga, que también estuvo presente en la cita. Corinna asegura que Juan Carlos I habría desviado parte de su patrimonio, poniéndolo a su nombre a sus espaldas: “No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque reside en Mónaco”.

En las grabaciones, la examiga del rey emérito también cuenta que Juan Carlos I recibió una comisión de los 100 millones de euros del proyecto del tren de alta velocidad a La Meca; y aseguró que tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo Álvaro Orleans de Borbón.

Las acusaciones vertidas han provocado un auténtico movimiento de placas tectónicas. La Audiencia Nacional ya tiene en su poder las grabaciones y deberá dilucidar si acusa a Corinna de blanqueo de capitales. La cuestión es si también puede investigar a Juan Carlos I.