El diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ha preguntado a Pedro Sánchez por el caso del Policía Nacional infiltrado en movimientos sociales en Barcelona al que cinco mujeres han denunciado por abusos sexuales, pero el presidente del Gobierno se ha ido por peteneras, dejando la pregunta sin responder. Ni tan siquiera ha pasado de puntillas por el asunto, lo ha obviado y se ha aventurado a hablar de la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Mordaza. Ante esto, el dirigente independentista le ha dado un consejo: “La próxima vez que quieran infiltrar a alguien en una organización criminal, les doy ideas: Partido Popular, Fundación Nacional Francisco Franco o Zarzuela”.

Rufián ha sacado rápido. Bola directa y rápida: “¿Qué tipo de modelo policial defiende su Gobierno?”. Sánchez ha recogido el guante, pero haciéndose el sueco, como quien dice, ha respondido apelando a la reforma de Mordaza. “El modelo policial es el que garantiza el ejercicio seguro de nuestros derechos y libertades. Con unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado formadas y preparadas para afrontar los retos”, ha despachado.

Acto seguido, ha valorado el trabajo realizado por los grupos en el marco de la ponencia de la reforma de Mordaza porque “significa que podemos seguir avanzando en cosas que quedan pendientes”. Cabe recordar que fue ERC el que cedió en la última reunión y facilitó con su voto que el informe de la ponencia pasase a la comisión y el articulado no decayera. No obstante, el Grupo Republicano, como el resto de socios, están lejos de apoyar la propuesta porque no modifica cuatro puntos impepinables para ellos: el uso de pelotas de goma, la autoridad policial, el concepto de desobediencia y las devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla. “Quedan cosas por cerrar, su grupo parlamentario lo sabe bien”, ha abundado Sánchez, quien ha defendido que ya se han corregido todos los aspectos más lesivos.

“No le preguntaba por lo que me ha respondido, que ya hablaremos de eso, porque tiene tela”, le ha corregido Rufián. El portavoz parlamentario de ERC ha enumerado los motivos por los que las autoridades policiales pueden infiltrar agentes. “Terrorismo, secuestro, trata, venta de explosivos, venta de material nuclear, prostitución y trafico de drogas. ¿Cuáles perseguían cuando infiltraron a un Policía Nacional durante tres años en movimientos vecinales de Barcelona?”. “¿Qué delincuentes se investigaron? Se lo pregunto porque ninguno de estos espacios se ha cerrado y ninguna de las personas ha sido ni siquiera encarcelada. Si no hay ningún delito o delincuente perseguido o investigado, ¿por qué han premiado a este Policía en una embajada con cinco querellas por abusos sexuales?”, ha cuestionado.

Y ha percutido: “¿Dónde está su límite moral? No es ya una amenaza hacia libertades políticas e ideológicas, sino sexuales. Un consejo, si siguen así estos que aplauden [Vox] vienen. La próxima vez que quieran infiltrar a alguien en una organización criminal, les doy ideas: Partido Popular, Fundación Nacional Francisco Franco o Zarzuela”.

Sánchez ha hecho caso omiso de la réplica del portavoz de ERC y, lejos de aceptar que el caso proyecta irregularidades, “me permite defender el buen trabajo y la buena labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Por último, el líder del Ejecutivo ha justificado que España ha mejorado en este aspecto porque el Index Democracy que mide la calidad democrática mundial ha elevado la nota: “Hemos escalado posiciones”.