Los audios de Villarejo se han llevado por delante ni más ni menos que a la ex secretaria general del Partido Popular. Pero María Dolores de Cospedal se ha ido despidiendo en diferido y, en el último capítulo de su dimisión, ha anunciado que deja su escaño en el Congreso a través de un tuit.

En la misma red social se han ido sucediendo numerosas reacciones tanto de políticos como de ciudadanos anónimos. Uno de los que no podía faltar es el siempre polémico Gabriel Rufián, que se despedía de la castellanomanchega reclamando una Comisión de Investigación, aunque dando por descontado que esto no se producirá.

El portavoz adjunto de ERC en el Congreso de los Diputados solicita esa investigación señalando una frase del comunicado de Cospedal en la que se define al excomisario como “responsable de una empresa autorizada por el Ministerio del Interior”, un lavado de cara de Villarejo en línea con la también afectada por el comisario, actualmente en prisión, Ana Rosa Quintana.