Tras los resultados electorales de las elecciones municipales del 2015 se constituyó sin margen para la sorpresa la Diputación de A Coruña, de forma que la presidencia quedaba en manos del socialista Valentín González Formoso, mientras que la nacionalista Goretti Sanmartín ocupó la vicepresidencia.

De los 31 diputados que conforman el ente provincial, el Partido Popular se quedó con 13, mientras que el PSOE obtuvo ocho representantes y el BNG cinco. La Marea Atlántica se estrenó con tres diputados, al tiempo que Compostela Aberta con uno y Alternativa dos Veciños con otro.

En A Coruña: subirían socialistas y nacionalistas a costa de la Marea

De los seis partidos judiciales que conforman la institución provincial, cuatro tendrían variables en estas elecciones. Entre las certezas se encuentran la pérdida de un diputado provincial en el partido judicial de Corcubión, ya que hasta ahora se elegían dos, y en contraposición Santiago suma un representante, pasando de siete a ocho diputados. Asimismo, con los pronósticos de voto actuales serían un total de cuatro partidos judiciales en los que habría trasvase de diputados e incluso de nuevas incorporaciones. El primero de los casos es el de Noia, en donde en la actualidad el PP cuenta con dos diputados y el BNG con uno, que podría pasar al PSOE, dejando a los nacionalistas sin representación.

Mientras que A Coruña sería el partido judicial en donde el reparto de escaños podrían tener más variación. El PP mantendría los cuatro diputados, al igual que Alternativa dos Veciños el único que tiene. En contraposición la Marea Atlántica podría perder entre uno o dos representantes, de los que uno podría pasar al PSOE y el otro al BNG, que entraría en el ente provincial.

En la circunscripción de Corcubión, hasta ahora con dos representantes que se repartían PSOE y BNG, al perder un diputado el partido judicial, según las previsiones, el PSOE sería el único que se quedaría con representación en la Diputación.

El caso contrario es el de Santiago, que añade un diputado con respecto a los comicios anteriores, que se estaría jugando entre  ‘populares’ y socialistas. De este modo el PP podría pasar de los tres actuales a cuatro, o bien el PSOE podría agregar un diputado a los dos actuales. Mientras Compostela Aberta y BNG se quedarían con un representante cada uno, al igual que en la actualidad.

Para concluir la previsiones del próximo gobierno provincial sería igual que el actual, ya que la posible bajada de Marea Atlántica sería revertida a socialistas y a nacionalistas.

En Lugo, posible caída del PP mientras el PSOE se mantendría.

En la provincia lucense tras el esperpento sucedido en el 2015, el PSOE perdió la Diputación de Lugo, que hasta entonces presidió durante ocho años gracias un pacto de gobierno con el BNG. A pesar de que los resultados de los comicios municipales daban pie a un tercer bipartito de socialistas y nacionalistas, la rebelión del diputado del PSOE, Manolo Martínez, provocó que el PP alcanzase el poder en la institución. La popular Elena Candia fue investida gracias al apoyo de sus 12 compañeros de partido y al voto en blanco de Martínez, el alcalde socialista de Becerreá, que fue elegido por el PSOE como candidato a la presidencia de este organismo pero que finalmente fue apartado por arrastrar una imputación judicial por malversación de caudales públicos. Aunque con posterioridad su caso fue sobreseído, en aquel momento el BNG condicionó su apoyo al aspirante del PSOE a la presidencia del ente a que el partido cambiara de candidato.

Finalmente, los socialistas accedieron y presentaron a Darío Campos, regidor de A Pontenova, pero el cambio no había gustado nada a Manolo Martínez. El socialista no apartó su candidatura y en la primera ronda se votó a si mismo, mientras que en la segunda optó por votar en blanco. Esta actitud provocó que el PP se hiciese con el poder provincial de Lugo. Pero el gobierno fue breve, concretamente duró tres meses. Los 11 diputados del PSdeG y los dos del BNG votaron a favor de una moción de censura que sacó de la presidencia a Elena Candia y colocó en el cargo al alcalde de A Pontenova, Darío Campos.

En la actualidad los 25 representantes que componen la institución están repartidos entre el PP, con 12 representantes; con 10 diputados el PSOE; mientras que el BNG cuenta con dos y uno, el anteriormente citado Manolo Martínez, en el grupo de no adscritos.

Las previsiones para el ente provincial es que el bipartito de PSOE y BNG revalide el gobierno, aunque “con una previsible bajada del PP que beneficiaría a Ciudadanos o incluso al nuevo partido que ha creado el alcalde de Becerreá, Galicia Sempre, que podría captar voto del PP y de Foro Lugo, partido impulsado por el expresidente popular de la Diputación, Cacharro Pardo, cuando fue obligado por el Partido Popular a ceder el mando provincial a José Manuel Barreiro”, han relatado fuentes de la Diputación a ElPlural.com. En conclusión el Partido Socialista se mantendría con “una previsión de crecimiento sostenida” y el BNG “revalidaría sus representantes”.