El primer día de la Convención 2019 del PPEspaña en libertad, se destinó a honrar el legado de Mariano Rajoy, pero con una mirada puesta en el futuro que representa Pablo Casado. El actual presidente de esta formación política hizo todo lo posible para que su antecesor se sintiera cómodo. Casado llegó a Ifema, donde se celebra el encuentro, intervino rápidamente ante la prensa y fue a recibir a Rajoy. Los dos se fundieron en un abrazo, se hicieron la foto y se dirigieron hacia el pabellón 1 recinto ferial.

Los demás dirigentes del PP fueron llegando a cuentagotas. Tiraron de argumentario y aprovecharon los micros para arremeter contra Íñigo Errejón, que ha roto con Pablo Iglesias. Hablaron mucho del "Falcon" de Pedro Sánchez, un protagonista ausente de la cita. Había euforia porque por la mañana Juanma Moreno había sido investido presidente de la Junta de AndalucíaAna Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, confirmó que echaba de menos a Rajoy.

También había morbo, no sólo por la presencia de Rajoy y por enterrar definitivamente su etapa, sino porque Soraya Sáenz de Santamaría aceptó la invitación de acudir. La mujer que le disputó la Presidencia del PP a Casado en el verano pasado pasó, de cierta manera, desapercibida. Mientras sus antiguos compañeros intervenían, ella estaba sentada en una segunda fila, con semblante más bien serio y mirando bastantes veces su teléfono móvil.

La exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría

Los aplausos fueron constantes cada vez que se mencionaba a Rajoy. El auditorio le llamó "presidente, presidente" en varias ocasiones. Y tuvo que levantarse a saludar a los presentes. Manfred Weber, candidato a presidir la Comisión Europea, sostuvo en español, tras un discurso en inglés, que "una victoria para el PP es una victoria para Europa".

Alberto Núñez Feijoo, coordinador de la Convención, reivindicó a Rajoy, pero manifestó que hay un presente que es Casado. Ambos estaban sentados juntos en primera fila mientras el presidente de la Xunta de Galicia pronunciaba sus palabras. Casado estaba sonriente, y atento del anterior presidente del partido. "Hoy no estamos aquí para reinventar el PP, sino para reforzarlo y reivindicarlo", expresó. Añadió que no había citado a Pedro Sánchez porque había ido a hablar de futuro, "que es Pablo Casado".

Qué tiemble la izquierda trasnochada

Por su parte, Teodoro García Egea, secretario general del partido, repasó la historia del PP, mientras se proyectaban fotos de Manuel Fraga, de José María Aznar y de Mariano Rajoy, entre otros. Hizo un discurso triunfalista. "Hace seis meses nadie hubiera pensado que íbamos a asistir a la toma de posesión de un presidente del PP en Andalucía. Vamos a hacer temblar a la izquierda, que está trasnochada", advirtió.

Con algo más de 20 minutos de retraso según el programa, Pastor subió al escenario con Rajoy para hacerle una especie de entrevista. El expresidente volvió a recibir aplausos. Lo primero que hizo fue dar las gracias "al presidente del PP, Pablo Casado", por invitarle. Contó después que el papel del PP en estos 40 años ha sido "decisivo", desde los primeros momentos, en la aprobación de la Constitución Española en 1978. "Hubo mucha generosidad por parte de mucha gente", afirmó. El cariño de Pastor por el expresidente fue, una vez más, palpable. "Te veo bien. Pero, ¿cómo te va la vida ahora?", le preguntó. Él contestó que se dedicó a la política más de 37 años. "Ha habido momentos en los que lo he pasado francamente mal, pero me quedo con lo bueno".

Mariano Rajoy y Ana Pastor

Rajoy aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje: "No es bueno el sectarismo ni son buenos los doctrinarios. En ninguna faceta de la vida. En política, tampoco". Por último, dio un consejo, quizá recordando sus lunes negros, con noticias que perjudicaban al partido. Aseveró que "hay que tener aguante en los momentos difíciles" y "no asustarse por una crítica o por 150 millones de críticas". Fue un claro ejemplo de ese aguante.

Tras ellos, Adolfo Suárez Illana propuso que una Ley de Concordia sustituya a la Ley de Memoria Histórica. Como en otras citas, los pasillos de la Convención se convirtieron en lugares perfectos para hacerse selfies con los jefes de filas del PP.