La familia Pujol reclamó a Hacienda los 1,75 millones de euros que pagó de multa en 2014 por haber declarado bienes en el exterior. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha cuestionado la legalidad de este tipo de sanción, al considerar que España ha incumplido sus obligaciones sobre la libre circulación de capitales. 

En 2014, la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol pagó la multa por los bienes que afloraron en Andorra después de que el expolítico desvelara tener esas cuentas. Marta Ferrusola y cuatro de sus hijos (Marta, Mireia, Pere y Oleguer) abonaron a Hacienda 1,75 millones en concepto de IRPF (y casi 32.000 euros más por cuenta de patrimonio) para regularizar sus cuentas en aquel país, según adelanta El Confidencial.

Un patrimonio no justificado

Ya en aquel momento, el equipo de abogados de la familia pidió la devolución, una decisión que ahora ha avalado el Tribunal Europeo desautorizando la medida aprobada por el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro durante el Gobierno de Mariano Rajoy.

La Agencia Tributaria envió al Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona datos sobre el blanqueo de cuatro millones de euros por los Pujol. La normativa fiscal obliga a que los considerados fiscalmente como 'nuevos fondos' sean considerados ingresos por IRPF, ya que sería un incremento patrimonial no justificado. De ahí la multa de más de 1,7 millones. 

Los Pujol han mantenido que el origen de los fondos provenía de una supuesta herencia del padre de Jordi Pujol. La familia lleva años defendiéndose en los tribunales de la acusación de haber tenido dinero negro fuera de España sin declarar. El hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, pasó nueve meses de prisión preventiva por esta causa durante el año 2017, aunque quedó en libertad tras pagar medio millón de euros de fianza y comprometerse a dejar de operar como gestor de patrimonios.

El juicio contra los Pujol todavía no se ha celebrado y la Abogacía del Estado solo pide pena de cárcel para los hijos Jordi y Josep Pujol Ferrusola y para la exmujer de Jordi, Mercè Gironés, pese a que en su día el juez José de la Mata, durante el proceso de instrucción, calificó al conjunto de la familia de “organización criminal”.