Pese a que el mural que retrata a varias mujeres históricas en el madrileño barrio de Ciudad Lineal se queda, la polémica no tiene visos de desaparecer. El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobaba esta semana, gracias al paso atrás de Ciudadanos, mantener el mural feminista, pese a que el partido de Begoña Villacís respaldaba la semana pasada la retirada del mural como consecuencia de una petición de Vox.

La propuesta del partido de ultraderecha era borrar este mural en el que se encuentra el rostro de quince mujeres históricas con rostros como Rigoberta Menchú, Federica Montseny. Rosa Parks o Frida Kahlo. En su lugar, dado que se trata de la tapia de un polideportivo, proponían sustituirlo por otro con figuras de deportistas paraolímpicos. Eso sí: cinco hombres y cinco mujeres.

Tanto PP como Cs apoyaron la propuesta de Vox en el pleno del distrito de Ciudad Lineal hace una semana. No obstante, la polémica se avivó cuando el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, afirmó que “tan democrática” fue la decisión de poner el mural como la de quitarlo, pero ojo: “sin que sea un ataque al feminismo”.

Este asunto ha traspasado fronteras llegando a copar titulares en los principales medios de comunicación extranjeros. Por ejemplo el Frankfurter Allgemeine Zeitung. El periódico escrito más importante de Alemania, publicaba un artículo en el que explica la propuesta de Vox, a los que califica de “partido populista de derechas”.

El citado medio explica que el mural se pintó hace ya tres años, cuando “los populistas de derecha” todavía no sostenían al PP y “se suponía que los artistas del barrio embellecían las calles”. Según señala, Vox considera que las figuras de esas mujeres no debían permanecer en ese lugar porque “eran demasiado políticas”. 

“El alcalde del PP, José Luis Martínez-Almeida, por su parte, afirmó que era una decisión democrática que debía tolerarse, no un ataque al feminismo”, cuenta la información señalando siempre que el PP tiene la mayoría gracias a la ultraderecha.

“Hace apenas unos meses, el partido hizo campaña para cambiar el nombre de una calle y una plaza que llevan los nombres de los políticos socialistas Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto. La decisión aún está pendiente. Ya se habla de una guerra cultural en Madrid”, prosigue contando.

Para finalizar, el artículo acaba dando un duro golpe a Vox: “El arte callejero es efímero. Si los populistas de derecha fueran inteligentes, habrían subestimado menos a las mujeres españolas y encontrarían otras formas indelebles de difundir sus intereses”.