Hubo un tiempo en España en el que la agenda política la marcaba Cataluña y solo Cataluña. El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, incluso admitió que su estrategia de campaña de cara a las elecciones del 28A consistiría en hablar únicamente del desafío independentista para competir con la dureza de Santiago Abascal. Ciudadanos denunciaba también el monotema, pero no hacía más que hablar del soberanismo. Algo ha cambiado. Este miércoles se celebró la primera sesión de control al Congreso y el monotema fue Venezuela. Seis de las preguntas dirigidas al Gobierno y una interpelación urgente tuvieron como protagonista a José Luis Ábalos y su encuentro con Delcy Rodríguez, lo que degeneró en un debate sobre las relaciones diplomáticas entre España y el país latinoamericano. No se trata de un tema nuevo, al revés, es un tema recurrente en la derecha, que además, prácticamente no ha hablado de otra cosa durante el último mes.

Justo este jueves 13 de enero se cumple un mes desde que Ábalos se viera con Delcy Rodríguez a fin y efecto de trasladarle la imposibilidad de pisar territorio Schengen con motivo de las sanciones europeas. Desde entonces el tema ha coleado hasta este miércoles.

Tanto es así, que Ciudadanos destinó la única pregunta de la que disponía para hablar de Venezuela. Santiago Abascal y diputadas del PP hicieron lo propio.

La gira

Además del encuentro entre Ábalos y Rodríguez, otro hecho ha llevado a Venezuela a la primera línea del debate político. Juan Guaidó, líder de la oposición y autoproclamado presidente encargado, visitó varios países de la UE para reunirse con las más altas autoridades.

Así, se reunió en Colombia con Iván Duque, en Londres con Boris Jonhson, en Davos con Angela Merkel y Sebastian Kurz, en París con Macron y en Canadá con Justin Trudeu.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, no le recibió; sino que lo hizo la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Guaidó se reunió con las derechas españolas, PP, Vox y Ciudadanos. Los populares fueron especialmente acogedores: el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, le entregó las llaves de la ciudad e Isabel Díaz Ayuso le cedió en secreto el lujoso chalet exclusivo para presidentes de la Comunidad de Madrid, lo que ha generado tensiones internas en sus socios naranjas.

Donald Trump fue el último presidente con el que se reunió Guaidó en su particular periplo internacional, después de que el estadounidense rehusara verse con él para dedicar la mañana a jugar al golf. Finalmente, accedió y la reunión tuvo lugar el miércoles 5 de febrero.

Y con este escenario como telón de fondo, las derechas hicieron de la primera sesión de control al Gobierno un pleno destinado casi en exclusiva a Venezuela. Tanto es así, que cuando comenzó el debate sobre el sector frutícola, Casado y Abascal abandonaron el hemiciclo.