El futuro de Juan José Cortés es una de las grandes incógnitas de cara a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Pese a que el Partido Popular prepara pocos fichajes para esta cita electoral, es un secreto a voces que el cargo de Cortés es uno de las puestos que podrían variar. Una intención que lejos de desmentir, han aumentado después de las últimas declaraciones de Pablo Casado y otros pesos pesados del PP. 

Fátima Bánez, la exlíder del PP en Huelva, era el nombre que con más fuerza había sonado en estas últimas semanas. Es una persona muy importante y el propio Pablo Casado ha dicho que estaría encantado de que estuviera de nuevo en el PP al cien por cien", reconocía Pablo Montesinos en una entrevista.

Sin embargo, según han comunicado fuentes populares a ElPlural.com, ahora mismo el mejor colocado para asumir este cargo sería Alberto Fernández, actual secretario general de los populares por Huelva y exalcalde de la localidad onubense de Ayamonte

Fernández ocupó el cargo de regidor de Ayamonte, un feudo del PP, hasta las elecciones municipales del pasado 26 de mayo. Tras dichos comicios, populares y socialistas consiguieron 10 escaños, quedándose a un solo de la mayoría necesaria para gobernar. El ansiado diputado fue a parar a Adelante Andalucía. Pese a que la lógica decía que el PSOE y la formación morada llegarían a un acuerdo, el dirigente del PP prácticamente rogó a los de Teresa Rodríguez que se plantearan darle su apoyo. En este sentido, insistió en la idea de un "gobierno de concentración" utópico con PP, PSOE y Adelante Andalucía

Pese a esta maniobra, la socialista Natalia Santos se convirtió pocos tiempo después en la primera alcaldesa de la región, consiguiendo los 11 síes necesarios.

No obstante, el destierro de Fernández no duró mucho tiempo. Ni un mes después de perder la alcaldía de Ayamonte, el PP le recolocó como secretario general de los populares en Huelva, sustituyendo en el cargo a Davis Toscano. 

Se disfrazó de fantasma en una inocentada

Durante el tiempo que estuvo como alcalde de Ayamonte, Fernández dejó huella, y no precisamente por su legado político. El 28 de diciembre de 2016, el popular decidió sumarse al Día de los Santos Inocentes. Para ello, preparó la siguiente inocentada: vestirse, junto a otros miembros del equipo de Gobierno local, de fantasma para pedir que los trabajadores del Ayuntamiento durante la anterior legislatura cobraran (sufrían impagos).

No contento con eso, Fernández simuló después que a causa de estos hechos, se veía obligado a presentar su dimisión. Un humor cuanto menos peculiar.