El PP sigue con sus críticas a Bildu e insiste en resucitar a ETA para afear la gestión del PSOE en general y de Pedro Sánchez en particular. La última ocasión ha tenido lugar este miércoles, apenas unos instantes después de que se hiciera público que los socialistas navarros (PSN) estuvieran negociando una moción de censura con el partido soberanista para expulsar de la alcaldía a la actual alcaldesa, de UPN, Cristina Ibarrola ante su incapacidad, entre otras cuestiones, para sacar adelante los presupuestos.

No solo Alberto Núñez Feijóo, sino también sus compañeros de Congreso y otros miembros como la líder de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han afeado la última decisión del primer partido de la Moncloa en términos autonómicos. De hecho, el propio líder del PP, como han reseñado fuentes de Génova, se ha acercado al escaño del representante de UPN, Alberto Catalán, en el hemiciclo “para ponerse a disposición del partido” y “denunciar el pacto encapuchado” del PSOE con “un partido que llevaba terroristas en las listas de las elecciones municipales”. Sin embargo, el PP obvia las veces que los conservadores han llegado a acuerdos con Bildu, incluso en la época en la que ETA todavía mataba.

Alberto Núñez Feijóo se acerca a la bancada de UPN
El líder del PP se acerca a saludar a Alberto Catalán (UPN), en el Congreso. Diego Crespo.
 

Álava: mientras se oponían a la investidura de Sánchez

El caso más reciente fue uno de los que mejor evidenciaban el “Donde dije digo…” del Partido Popular, ya que se produjo durante la sesión de investidura de Sánchez el pasado mes de noviembre.

Concretamente, en aquel instante el partido de Feijóo alcanzó en paralelo hasta cuatro acuerdos con Bildu y la coalición Elkarrekin, formada por Podemos, Izquierda Unida (IU), Equo y Alianza Verde en Álava. Fueron tres los documentos firmados de manera conjunta acerca de cuestiones que tenían que ver con la atención sanitaria rural, la prevención del suicidio, los servicios sociales en las cuadrillas y el apoyo para considerar una proposición de norma fiscal.

Cuando víctimas del terrorismo denunciaban la presencia de exterroristas en listas

Lo cierto es que este tipo de imágenes no obedecen a un asunto tan extraño en el tablero vasco, pues el PP ha rubricado varios acuerdos sectoriales con Bildu, que no por ello dejan de ser de calado. Otro ejemplo, anterior al de la sesión de investidura de Sánchez ocurrió en mayo, precisamente en el momento en el que víctimas del terrorismo denunciaban que 44 personas con condenas relacionadas con ETA -siete de ellas exterroristas con delitos de sangre- estaban incluidas en las listas de Bildu para los comicios de Álava, Bizkaia, Gipúzkoa y Navarra.

Tan solo un día después, el miembro de la coalición PP y Ciudadanos (Cs) Muriel Larrea, responsable asimismo de los populares de Gipúzkoa, reconocía ver con buenos ojos la modificación legislativa que buscaba facilitar el autoconsumo energético, una propuesta de Bildu. Menos de una semana más tarde, Feijóo volvía a condenar -esta vez en el Senado- los pactos con el partido vasco y en abril Larrea firmaba la reforma mencionada.

Antes de esa ocasión, fueron otras. Por ejemplo, en noviembre de 2021, durante un pleno en el que la coalición de derechas (PP y Cs) votó lo mismo que Bildu en cuatro de un total de cinco puntos que se debatieron en aquel momento.

"Si Bildu presenta medidas positivas, ¿por qué no las íbamos a apoyar?”

Y así, suma y sigue si se tiene en cuenta que el propio Javier Maroto inauguró su mandato en el Senado señalando que estaba dispuesto a llegar a acuerdos con cualquiera y que “ojalá cundiera el ejemplo”. Unas palabras similares pronunció el candidato del PP a diputado general de Gipúzkoa, Mikel Lezama, en vísperas de los comicios de mayo. "Si Bildu presenta medidas positivas, ¿por qué no las íbamos a apoyar?”, preguntó.

Y así suma y sigue. Por poner solo otro ejemplo- el ganador de los comicios en Labastida, Daniel García (PP), se prestó a una coalición a nivel local en 2019 para evitar un pacto con PNV que le impidiera llegar al poder. 

127 veces en cuatro años

Siguiendo la senda, cabe destacar que cuatro años (entre 2016 y 2019), un Partido Popular que entonces era independiente de Ciudadanos votó lo mismo que Bildu en casi la mitad de los debates en los que coincidieron (un 47%) y firmaron 127 documentos conjuntos en la Cámara de Representación vasca.

El 28M se tradujo en nombramientos

En vísperas de las elecciones del 28-M, las palabras y los acuerdos de transformaron en fichajes, y es que el exportavoz de Bildu en la localidad de Güeñes (Vizcaya), José Manuel Gómez Ruiz, pasó a ser número tres del PP en los comicios, aunque después terminaría renunciando.

La defensa por aquella imagen inédita de los populares fue que el protagonista de la noticia procedía de Eusko Alkartasuna (EA) y no de Sortu, algo que no tienen en cuenta cuando obvian que Bildu, actualmente y opiniones a parte, es un partido más democrático que decide en la política española.

La era Aznar y el acercamiento de presos

Y qué decir de la época de José María Aznar. Aquí son varios los ejemplos de acuerdos entre las partes, y cuando ETA sí existía y todavía mataba. El PP llegó a los 130 acuerdos con Bildu en el Parlamento Vasco y existieron negociaciones entre los populares y Herri Batasuna (HB) en 1993.

Tampoco pasa desapercibida la hemeroteca a la que hace alusión en la actualidad Pedro Sánchez cada vez que el PP -precisamente Aznar ha sido siempre uno de los más duros en la crítica-, arremete contra la amnistía o contra los socios del Ejecutivo de coalición. En la década, el expresidente se sentó a negociar con ETA en Suiza. Entre 1998 y 1999 los populares ordenaron el acercamiento de más de 120 presos de ETA y permitieron que más de 300 personas que guardaban vínculos con la banda armada -algunos de sangre- volvieran a España con sus delitos prescritos.

Que siguió Rajoy

En el Congreso de los Diputados el secretario general de Instituciones Penitenciarios, Ángel Luis Ortiz, sostuvo que durante los gobiernos de Aznar (1996 y 2004) y de Mariano Rajoy (2011 y 2018) se habían producido “803 traslados de condenados por terrorismo”, de los cuales 229 se produjeron bajo el mandato de Rajoy.

Aunque esta época dejó otras imágenes. Una de estas ocurrió cuando quedaban dos meses para que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada. Así, en agosto de 2011, el recién elegido alcalde de Donostia, el abertzale Juan Karlos Izaguirre, Juan Karlos Izagirre, organizó una recepción municipal a la que no acudieron los socialistas y de la que salío la fotografía de un brindes con los ediles del PP Ramón Gómez e Iñigo Arcauz.