Estaba en su acuerdo de investidura con Ciudadanos y el propio Partido Popular votó a favor de crearla, pero la Comisión de Investigación se ha convertido en los últimos días en un auténtico dolor de cabeza para los populares. Tanto es así que están focalizando todos sus esfuerzos en frenarla y obstaculizarla como sea.

Las caras de los diputados al salir de la reunión de la Comisión de Investigación de este miércoles lo decían todo. La tensión del ambiente se podía cortar. Algún diputado incluso ha llegado a espetar “al final me voy a cabrear” en los pasillos del Congreso de los Diputados. Un descontento que se podía apreciar a la perfección en la cara del Coordinador General del PP y portavoz en la Comisión, Fernando Martínez-Maíllo, durante su comparecencia ante los medios tras el encuentro. La Comisión ya tiene un plan de trabajo -que arranca con la comparecencia de Luis Bárcenas el 26 de junio- y Maíllo estaba visiblemente enfadado.

Durante la rueda de prensa, ha insistido en que “la Comisión nace muerta, y es un paripé inútil e ilegal”. En este sentido, Maíllo ha mencionado la hoja de ruta que seguirá el PP para dinamitar el camino que ha tomado la Comisión.

Así frenará el PP la Comisión

En primer lugar, han propuesto encargar un informe para dilucidar si la Comisión es legal puesto que “se ha convertido en una Comisión contra el PP”. PSOE, Ciudadanos y Podemos han tumbado esta iniciativa popular, y estos han dado el segundo paso. Este miércoles presentan un escrito a la Mesa del Congreso para que “se estudien y se resuelvan” estas dudas.

El PP entiende que es ilegal porque se debe establecer un límite temporal a la investigación así como determinar las administraciones afectadas. Y están dispuestos a llegar a la última fase: el Tribunal Constitucional. Maíllo no lo ha aclarado y ha dicho que lo valorarán llegado el momento, pero no ha desechado recurrir al alto tribunal.

Y la del Senado, ¿sería legal?

El PP se ha agarrado a la ilegalidad de la Comisión por el rumbo tomado. Sin embargo, ha anunciado consecuencias, y ha amenazado con investigar al resto de formaciones en el Senado, haciendo uso de su mayoría absoluta, para “sacar sus vergüenzas”. Lo que en un principio parece una contradicción, ya que el PP se agarra a la ilegalidad de la Comisión pero pretender sacar adelante una homóloga en la Cámara Alta. Eso sí, Maíllo ha matizado que en el Senado sí que van a delimitar el objeto de estudio, de manera que, según su criterio, esta si sería legal.