Podemos preguntará a su militancia si votan 'sí' o 'no' a la investidura de Sánchez. Una cuestión relevante, ya que según confirman fuentes de Podemos si gana el 'no' se bloquearía la investidura de Sánchez y que no se ceñirá sobre el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar y que inisisten en que no han formado parte del mismo.

"No hemos formado parte del acuerdo entre Sumar y el PSOE y, por tanto, de lo que tenemos que preguntar es sobre la investidura de Sánchez, eso es lo que preguntaremos a los inscritos", ha manifestado en rueda de prensa la coportavoz estatal del partido, Isa Serra, en rueda de prensa.

Así, y tras apuntar que más adelante darán detalles de ese proceso consultivo a sus bases, Serra ha recalcado que "todas las decisiones importantes en Podemos las toman los inscritos" y que con la investidura de Sánchez no puede ser de otro modo.

Así, ha recalcado respecto de si conocen las conversaciones entre Sumar y PSOE sobre el futuro organigrama del Ejecutivo, ha señalado que tienen "la misma información" que con relación con el acuerdo programático, pero que esperan estar presente en el futuro Ejecutivo de coalición. No obstante, la consulta es más a un anuncio 'cosmético' para marcar perfil propio ante Sumar y no esperan sorpresas con un 'no' que aboque a una repetición electoral.

Serra ha ahondado que en este aspecto consideran fundamental que la ministra de Igualdad, Irene Montero, siga en el cargo y que las personas que ostenten carteras las tiene que elegir Podemos desligando a Nacho Álvarez, negociador de Sumar con el PSOE y miembro de Podemos que pueda ser ministro tal y como apuntan las quinielas. "Yo creo que es una condición de democracia básica cuando se realiza un acuerdo y cuando se incorporan actores o a partidos políticos dentro de un acuerdo de gobierno", ha zanjado al respecto ensalzando la labor que ha realizado Nacho Álvarez como secretario de Estado de Ione Belarra y miembro de la dirección de Podemos.

En el aire la fecha

Fuentes de Podemos tampoco son capaces de poner una fecha. El PSOE quiere celebrar la investidura el próximo martes 7 de noviembre y que Sánchez sea investido el mismo día 8. Sin embargo, se encuentra abierta la votación del nuevo documento político de la formación, que redefine su hoja de ruta para el futuro tras las elecciones del 23J y la coalición con Sumar.

El texto, que quedará aprobado de forma definitiva el próximo 4 de noviembre, será la base principal de cara a la próxima conferencia política que realizarán y que actualizará su hoja de ruta y el sentido de sus políticas. Lo lógico dicta que la consulta a las bases, en las que en privado se presupone que será un 'sí', se realice de forma express a principios de semana, aunque no se descarta que sea de manera conjunta con la que se encuentra activa.

En el documento inicial elaborado a mediados de septiembre, la dirección de Podemos fijaba su nuevo marco de relaciones con Sumar y condiciona cualquier acuerdo electoral en el futuro a la elaboración de las listas a la celebración de primarias "abiertas", "sin restricciones ni veto" como lo ocurrido con Irene Montero en el mes de junio cuando lo apurado de los plazos hizo que no se pudieran elaborar listas.

A su vez, la dirección de Podemos quiere manifestar de manera clara que son un proyecto político propio y ha subrayado que no existe la posibilidad de doble militancia en la formación (opción que sí deja abierta los estatutos de Sumar), por respeto a sus propios órganos y a las demás fuerzas políticas.

El partido morado también deja patente en el proceso de redefinición de su estrategia política su deseo de llegar a pactos de unidad en la izquierda en citas electorales (la más cercana son los próximos comicios europeos), pero garantizando que "exista respeto mutuo a la autonomía" entre las distintas formaciones que se coaliguen.

Una de la conclusiones del texto es la convicción de que Podemos "jamás" va a compartir el "retorno" a la "vieja cultura política pre15M, de despacho y de dirigentes que llevan 30 años ocupando cargos públicos y orgánicos".

También rechaza desplegar una "noción tecnocrática" o "aristocrática" del "gobierno de los mejores", sino que mantendrá su "seña de identidad" de fomentar las consultas a sus bases frente a las "dinámicas antiparticipativas" que siguen "imperando" en las principales fuerzas políticas.

Por otro lado asume que su valentía para reclamar avances sociales sea tachada de "ruido" por sus aliados, pero está convencido que sin sacar a la opinión pública los debates en la coalición se derivará a un Gobierno de "retroceso y asimilación de la fuerza más transformadora a la más conservadora".

Sumar negocia los ministerios

Conocido el acuerdo, comienza el tiempo de las quinielas. Ada Colau ya ha anunciado que ha rechazado ser ministra y ostentar la cartera de Vivivenda. A la espera está de llegar a un acuerdo con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y entrar en el Gobierno de la ciudad condal.

Sumar quiere acompañar a sus medidas con rostros reconocibles de la coalición. En lo más explícito están Vivienda y Sanidad. Dos temas sensibles para los comunes y Más Madrid y que ocuparía un sustituto de Colau y Mónica García, respectivamente. El PSOE, por su parte, no descarta ceder el último a Más Madrid debido a las pocas competencias que tiene.

La mayor parte de las políticas sanitarias están transferidas a las comunidades autónomas y apenas tiene foco salvo en ocasiones de problemas de salud pública como el covid. Se trata de una de las carteras que mayor desgaste deja. De hecho, cuando se fue del cargo, el exministro de Sanidas y líder del PSC, Salvador Illa, reconocía que hablando con su equipo, el cese del ministro siempre lo definía un problema sanitario y no la gestión al tener poco margen de maniobra.

Aparte, el mapa político tras el 18 de mayo propició que España se tiñera de azul, dejando una difícil gestión al próximo encargado del departamento. Junto a su escasa visibilidad, el PSOE valora ceder este puesto a Sumar y desgastar así a García y por ende a Más Madrid teniendo en cuenta el empate de fuerzas que presentan ambas formaciones en la Comunidad de Madrid. Además, García ostentaría un papel más beligerante con las comunidades del PP al desarrollar una futura ley para reducir las listas de espera y desviar el discurso de Isabel Díaz Ayuso a García y no tanto a Sánchez.

Vivienda es más espinoso. La gestión de estas políticas está dentro del Ministerio de Transportes, pero Sumar quiere desligarlo, elevarlo a la categoría de ministerio y dárselo a un rostro propio. Colau era la idónea. La exalcaldesa hizo gala durante sus ocho años en la Plaza de Sant Jaume de ello e hizo de la crisis de la vivienda su bandera.

Por ello, conscientes de los problemas del PSOE a la hora de tratar asuntos de Vivienda al estar transferidos a las comunidades autónomas, optan más por priorizar el contenido que los nombres. Prueba de ello es el paquete de medidas firmadas en el acuerdo de coalición, donde ocupa un lugar prominente.

Así, Sumar, se abre también a que sea una secretaría de Estado poniendo en marcha el modelo que ha desarrollado estos años el Botànic. No descartan que convivan cargos cargos de distinto color en un mismo ministerio. Por ello, piden también gestionar el área de Descarbonización Industrial, que depende del Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera, un rostro que se da por seguro que continuará en el próximo Gobierno. Los socialistas, hasta ahora, han descartado esta posibilidad.