En cualquier negociación  lo que más cuenta en la fuerzaestratégica, la fuerza cualitativa más que la cuantitativa. Y en cualquier negociación la inteligencia estratégica de las partes es clave. Tras el resultado de las elecciones municipales y autonómicas, da la impresión de que el Partido Socialista tiene una estrategia a corto plazo que consiste únicamente en recuperar poder territorial, mientras que la formación de Pablo Iglesias encara las negociaciones como un paso más para arrebatar al PSOE la supremacía de la izquierda y llegar a la Moncloa.

Recuperar poder
Hay un denominador común en el objetivo de los partidos de izquierda, y es que el Partido Popular no gobierne. Los escándalos de corrupción, los recortes sociales, las subidas de impuestos, el 23% de paro, el empleo precario y mal pagado que se crea son barreras infranqueables, pero si el PSOE quiere recuperar poder territorial sin haber ganado las elecciones (700.000 votos menos que en la municipales de 2011) depende de Podemos y todo indica que este partido no se lo va a poner fácil. Podemos 'solo' ha obtenido un 15% de los votos en el total nacional, fueron 3.443.503 votos que le han dado 6.179 concejales. No es un resultado a apabullante, pero resulta que se trata de un partido que hace un año no existía y que ha conseguido dos alcaldías icónicas, Madrid y Barcelona.

El PSOE ha obtenido el 25% de los votos con 5.603.823 votos y 20.823 concejales. Se ha dejado muchos votos respecto a las anteriores municipales y autonómicas y, objetivamente, Pedro Sánchez obtiene el peor resultado del Partido Socialista en lo que va de democracia. Ha empeorado los resultados de las municipales de Zapatero, pero la diferencia es que recupera o puede recuperar poder gracias al descalabro del PP, lo que transforma un resultado preocupante en una victoria.

Dar Madrid a los segundos, pero no el gobierno andaluz a los primeros
Cinco días después de las elecciones se han instalado una serie de certezas curiosas, así por ejemplo sería incomprensible para la izquierda en general que el PSOE no hiciera alcaldesa a Manuela Carmena, que  fue la segunda más votada. Por tanto los socialistas tienen  que dar la alcaldía a Ahora Madrid gratis, a cambio de nada. Permitir que gobernara Esperanza Aguirre sería un desastre, por la ex lideresa provocó que mucha gente fuera a votar para echarla e incluso muchos votantes socialistas cogieron el ticket Carmena-Gabilondo.
La jugada a Podemos le ha salido redonda, porque en otras circunstancias cualquier partido vendería muy cara, pero que muy cara, la alcaldía de Madrid.

Mientras el partido de Pablo Iglesias ha logrado ya la alcaldía de Madrid, ese mismo partido bloquea el gobierno andaluz y se niega a apoyar a la lista más votada. Para resumir, en el ayuntamiento de Madrid el PSOE tendrá que votar sí a Carmena para que sea alcaldesa, en Andalucía ni siquiera eso, porque tan solo es necesaria la abstención de Podemos para que gobierne Susana Díez.

Si Podemos sigue esa pauta en muchos otros territorios, podemos (nunca mejor dicho) llevarnos muchas sorpresas en los próximos meses.