La socialista Pilar Alegría, actual consejera de Investigación, Innovación y Universidad del Gobierno de Aragón, es la clara ganadora de unas elecciones municipales en las que uno de los llamados "alcaldes del cambio", Pedro Santisteve, ha caído a manos de los suyos tras una legislatura muy polémica, que ha llenado más páginas con lo simbólico​ que con su gestión. Este derrumbe, como en otras partes de España, hace que la suma de las fuerzas de izquierda no baste para lograr la mayoría absoluta en el Pleno municipal. La candidata, que encabeza una lista renovada, no descarta gobernar, pese a la amenaza de un pacto de las derechas "a la andaluza".

"Tengo toda la legitimidad para liderar el Ayuntamiento de Zaragoza", declara Alegría en conversación con ElPlural.com, "hemos ganado claramente las elecciones y hemos subido en votos más de un 50% con respecto a 2015". Sin embargo, para que este primer en lugar en las votaciones se traduzca en un gobierno municipal, hacen falta sumar 6 votos más a los de los 10 concejales obtenidos por el PSOE. Dado que los restos del partido que apoyó a Santisteve (Zaragoza en Común y Podemos) no suman, al ser dos y tres concejales, la socialista necesita de los votos de Ciudadanos, que han obtenido 6 concejales. Los naranjas también sumarían con PP (8) y los ultraderechistas de Vox (2) para poner al consistorio bajo una alianza del centro, la derecha y la ultraderecha como en Andalucía. 

"Ciudadanos tiene la llave", reconoce Pilar Alegría, "Ahora tienen que decidir entre apoyar a la fuerza más votada o el pacto de la Foto de Colón". Ese pacto con la ultraderecha parece la llave de salvación de un PP aragonés dividido y en horas bajas, con su presidente Luis María Beamonte sintiendo el aliento en el cuello de su segundo, Javier Campoy, que se prepara para reemplazarle en caso de reflejarse en las instituciones el fracaso electoral popular. "El PP quiere gobernar las instituciones en Aragón sin el apoyo de la ciudadanía", valora la candidata socialista. "Después de años de oírles a todos, desde Pablo Casado hasta el último cargo, que debía gobernar la lista más votada, parecen haber visto la luz de repente". 

Ahora bien, esto no hubiera pasado si Zaragoza en Común no hubiera saltado por los aires con Podemos (liderado por Violeta Barba) presentándose contra el alcalde para el que pedía el voto Pablo Iglesias (Pedro Santisteve). Aunque ni Barba, ni Santisteve han reflexionado en público acerca de lo sucedido. Pilar Alegría tampoco quiere entrar a valorarlo: "La autocrítica les corresponde a esas fuerzas de izquierda, que son quienes tienen que analizar sus propios resultados electorales siendo responsables consigo mismos". 

Ciudadanos decidirá sus pactos de Zaragoza en Madrid

Y con respecto a Ciudadanos Zaragoza, la incógnita está en el nivel de autonomía del que dispondrá la formación, dado que los pactos no se decidirán en Zaragoza, sino en Madrid, en la mesa negociadora que decidirá acerca de los apoyos en toda España. Unos apoyos que, según han declarado los dirigentes nacionales de Ciudadanos, dependen de que los socialistas que les necesiten abjuren públicamente de Pedro Sánchez y apoyen la aplicación del artículo 155 de la Constitución, unas condiciones que Pilar Alegría considera absurdas: "A mí lo que me interesa es Zaragoza y resolver sus problemas de vivienda, de empleo, de movilidad; preocuparme de los problemas de los ciudadanos. Usar fronteras y barreras infranqueables no nos lleva a ningún sitio". 

"Pedro Sánchez ha tenido apoyo masivo, no sólo en las elecciones generales del 26 de abril, sino en las celebradas este 28 de mayo", añade Alegría, que cree que los propios líderes de Ciudadanos en Zaragoza consideran que los pactos han de decidirse de acuerdo a las circunstancias de cada municipio. "He tenido conversaciones informales con ellos, aunque no nos hayamos sentado oficialmente en la mesa aún. En cualquier caso estoy convencida de que mi proyecto es también compatible con el presentado por Sara Fernández [candidata de Ciudadanos en Zaragoza]". 

Pilar Alegría también se muestra orgullosa del liderazgo municipal reconquistado por su partido. "El PSOE ha recuperado la confianza de la ciudadanía porque hemos aportado proyectos creíbles y estamos avalados por la acción de nuestros diferentes gobiernos. Además, hemos hablado de las necesidades de esta ciudad. Haber sido la candidata más votada para mí supone una responsabilidad, que es la de formar un gobierno serio y estable". Si la candidata lograra finalmente sus apoyos, sería la primera mujer socialista en gobernar Zaragoza. Siempre y cuando Ciudadanos, PP y Vox no decidan sumar en la capital aragonesa. "El PP necesita esa alianza con la ultraderecha sí o sí, aunque no quieran hablar de ello", analiza la líder socialista, "pero Ciudadanos aún puede escoger si quiere repetir la foto de Colón en la Plaza del Pilar, que creo que es algo que sus propios votantes no entenderían".