Las tres derechas están a la gresca en las dos Ciudades Autónomas. Tanto en Ceuta como en Melilla el Partido Popular, Vox y Ciudadanos suman para gobernar; pero la coyuntura es bien distinta al resto del territorio nacional y las negociaciones no están siendo ni mucho menos fáciles. En Ceuta, el presidente de la ciudad y líder del PP se ha declarado en rebeldía con respecto a la consigna de Pablo Casado de gobernar junto a Vox en todos aquellos puntos en los que sumen y no negociará con la extrema derecha. Entretanto, en Melilla todo está en manos de Ciudadanos, que sin embargo, da la espalda al PP.

Juan Jesús Rivas, presidente de Ceuta, se ha descolgado de lo pactado a nivel nacional entre PP y Vox y apuesta por gobernar en solitario porque se siente más cómodo. Además, considera que un ejecutivo con dirigentes de Vox podría contribuir a generar una mayor tensión en la región.

A priori, a pesar de esta maniobra, no debería tener problemas para repetir como presidente puesto que fue la lista más votada y el PSOE ha rehusado a presentar candidato alternativo.

Bien distinto es el caso de Melilla. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ganó las elecciones pero necesita otros tres escaños que sumar a sus 10. Un pacto con Vox, que tiene dos escaños, y Ciudadanos, que tiene uno, valdría. Sin embargo, los naranjas no parecen por la labor.

Eduardo de Castro, único diputado de Ciudadanos, ha dejado claro que no apoyará bajo ningún concepto a Imbroda, saltándose así las directrices estatales impuestos por Rivera.

PP y Vox solo suman 12, por lo que los populares intentan pescar en el PSOE. Ante esto, la ultraderecha ya ha advertido a Imbroda de que si intenta pactar con los socialistas que no cuenten con ellos.

Los de Abascal consideran que el PSOE es, junto con Coalición por Melilla, “el partido que más apuesta por la fquización de esta ciudad”, por lo que recuerdan “nuestra postura contra la marroquización progresiva”.

¿Cuál será el desenlace de este encaje de bolillos?