Íñigo Henríquez de Luna, exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid durante la etapa de Esperanza Aguirre, ha comunicado que se da de baja del partido después de que la formación no le incluyera en las listas a las elecciones municipales porque “no doy el perfil”.

A través de su cuenta oficial de Twitter ha reprochado que “tras una vida defendiendo las ideas en las que creo, me comunican que ‘no doy el perfil del nuevo PP’. Por respeto a los madrileños, coherencia y dignidad he decidido dejar mi acta de concejal y darme de baja. Renuncio a unas siglas donde no me quieren, pero no a mis principios”.

De,Luna ha señalado directamente a Pablo Casado como el responsable de la decisión, según recoge la Cadena SER: "A mí no me parece que esta sea la mejor manera de tratarme, después de haber trabajado lealmente por el partido durante tantos años. Sinceramente, creo que el presidente de mi partido lo menos que podía haber hecho es contestarme la llamada o haberme llamado mucho antes". "Yo no soy una persona cualquiera, he tenido responsabilidades muy importantes en el PP y creo, sinceramente, que me merecía otro trato", aquejó.

Según relató él mismo al diario El Mundo, presentó su dimisión porque se sintió humillado y “lo único que no me pueden quitar es mi dignidad”. Asimismo, asegura estar “sorprendido” a la par que “decepcionado” con la decisión; pero sobre todo, dice estar “dolido”.

Y es que, en varias ocasiones preguntó a José Luis Martínez-Almeida, candidato al Ayuntamiento de Madrid, si contaban con él. Y la respuesta siempre fue afirmativa. Le decía que “era un activo muy importante del grupo e iba a pelear por mí".

Sin embargo, algo se torció. "Me dijo que él había intentado salvarme pero que el presidente del partido en Madrid [Pío García Escudero] no me quería. Y el presidente ni me ha cogido el teléfono ni me ha respondido a los mensajes".

"Entiendo la política, sé que a veces estás arriba y otras abajo y que yo no partía en la misma situación que en 2015. Pero he dado lo mejor de mi vida al partido, soy un tío limpio, con todos los escándalos en los que se ha visto envuelto el PP a mí no me han podido pillar en nada, y así me pagan", sentenció.

En política las coyunturas son perecederas. Sino, que se lo digan a Pedro Sánchez. Pero en el caso de Henríquez, perdió el pulso.

Tras la dimisión de Esperanza Aguirre, su mano derecha, De Luna, se postuló para sucederla y ser el líder del Grupo Popular. Representa el ala aguirrista del PP, misma corriente a la que pertenecía Almeida. Ambos contaban con la confianza de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, pero el último despertaba más simpatía en Casado, lo que decantó la balanza.

El propio Martínez-Almeida ha criticado que "quizás no es la mejor forma de despedirse por las redes sociales". "Creo que la propia trayectoria de Íñigo en el Partido Popular merecía una despedida por su parte que no se limitara simplemente a un tuit o a que el resto de sus compañeros, porque yo me considero compañero de Íñigo Henríquez de Luna, nos hayamos enterado por Twitter", ha dicho.

No obstante, también ha tenido palabras de agradecimiento para Henríquez de Luna, sobre quien considera que “ha hecho un buen trabajo en el ámbito del Partido Popular y en los diferentes puestos que ha ocupado". Por último, ha argumentado que su no inclusión en las listas obedece a que “se ha producido una renovación”.