Emiliano García-Page redobla su pulso contra el Gobierno. Esta vez con el socio minoritario de la coalición, el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Ambos se han enfrascado en un tira y afloja con la tauromaquia como casus belli, después de que el magenta decidiera no convocar para este año el Premio Nacional de Tauromaquia. El presidente de Castilla-La Mancha, que hoy ha celerado el Día Internacional de la Tauromaquia, llegó a pedir que le retirasen las competencias al dirigente del partido de Yolanda Díaz para “no poner al lobo a cuidar de las ovejas”, al tiempo que anunciaba su intención de crear unos premios paralelos en clave autonómica.

El barón socialista ha aprovechado el Día Internacional de la Tauromaquia, que se celebra este jueves 16 de mayo, para felicitar a “taurinos, aficionados y profesionales”. Lo ha hecho con un mensaje difundido en su perfil oficial en redes sociales, desde donde ha resaltado que el sector taurino es “cultura, tradición, economía y, claro está, pasión”. El presidente castellanomanchego, además, ha vinculado la tauromaquia a la idiosincrasia española y, por supuesto, de la región que preside. “Forma parte de nuestro ADN”, ha resumido, al tiempo que justificaba que por esta razón, en el Día de Castilla-La Mancha que se celebra el próximo 31 de mayo, se reconocerá a la Fundación Toro de Lidia.

Felicitación que se enmarca en un contexto de guerra abierta con Moncloa. Concretamente con el Ministerio de Cultura que encabeza Ernest Urtasun, máxime después de que su cartera decidiera no convocar para este 2024 el Premio Nacional de Tauromaquia. Después de que trascendiera la negativa del ministro magenta, Page anunció que contactaría con el sector taurino para crear unos Premios paralelos desde Castilla-La Mancha. El rifirrafe fue más allá, sobre todo después de que el barón socialista reclamase la retirada de competencias al también portavoz de Sumar para que no se ponga “al lobo a cuidar de las ovejas”.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun. EP.
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La escalada de tensión con Moncloa se recrudeció esta misma semana, después de que el Ejecutivo castellanomanchego diese el primer paso para la creación del galardón regional. El vicepresidente primero de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, mantuvo un encuentro con varios miembros de la Fundación Toro de Lidia para sentar las bases del futuro premio taurino. Entre ellos, asistieron, entre otros, el presidente de la fundación Victorino Martín, el patrono de la Fundación y empresario de la plaza de Toledo, y el coordinador del Capítulo de la Fundación Toro de Lidia en Albacete. No obstante, aún no hay informaciones sobre la cuantía que destinará el Gobierno autonómico.

Guerra con Urtasun

Page entró de lleno al cuerpo a cuerpo con el titular de Cultura, calificando de gauche divine (izquierda divina) a la cartera de políticas de Urtasun. El presidente de Castilla-La Mancha lamentó entonces que un partido al que vota el 5% de la población expidiese “carnés de modernidad en política”. El barón socialista dejó claro que no aceptaría “bajo ningún concepto” la teoría de los alardean de legislar al compás de los tiempos.

Ya tenemos edad y aquí no somos gente de boina. No somos gente atrasada, que algunos se arrogan la propiedad de la España de hoy, la que les ha dejado en el 5%”, espetó un Page que aconsejó a Sumar más humildad en su agenda legislativa. “Tienen mucho camino por recorrer para encontrarse con la España de hoy”, apostilló. De hecho, cree que la postura de Urtasun le eleva a altas cotas en términos de “soberbia”, al querer apropiarse del concepto modernidad. “Va con sus chiringuitos, con sus núcleos de votantes y con sus compromisos”, continuó.

En este sentido, Page recurrió a la ley para recordarle a Urtasun que la tradición taurina “es patrimonio cultural”. Por lo tanto, a juicio del presidente autonómico, el ministro de Cultura tiene como fin ultimo “cuidar” y “no maltratar” la cultura. No se entendería que “un ministro de Vivienda quiera acabar con la vivienda”, como tampoco sería “razonable” que el máximo representante de Industria quisiera acabar con ella. “En cambio, hay un ministro encargado de cuidar al sector taurino que lo que quiere es maltratarlo”, deslizó, mientras en paralelo insistía que no se está planteando “ninguna guerra política”.

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