Tras salpicar a su marido, una nueva entrega de las grabaciones del comisario Villarejo implica directamente a María Dolores de Cospedal. En esta ocasión no se trata de una grabación telefónica, sino un encuentro presencial en Génova 13, donde el comisario fue llevado por Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, con nocturnidad y alevosía. Con todo, ni el PP ni su presidente, Pablo Casado, dicen nada. La versión oficial del partido se remite al comunicado de la exministra de Defensa, mientras Casado huye para evitar el tema.

Pero lo cierto es que, de facto, ya se ha pronunciado. Lo hizo la pasada semana, cuando aún no habían trascendido las nuevas grabaciones que involucran a Cospedal y a su marido. Durante la comparecencia de Pedro Sánchez ante el Congreso de los Diputados, Casado denunció que era “sangrante” que Dolores Delgado, ministra de Justicia, participara “de encuentros con una estructura de cloaca policial en la que supo de delitos y no fue a denunciarlos”.

La pregunta es si Casado continúa pensando lo mismo o su postura depende de a quién afecten las grabaciones.