La democracia es un régimen de separación de poderes y de opinión pública. Ante el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que determina que Oriol Junqueras es eurodiputado desde el mismo momento en el que fue elegido y que por tanto gozaba (goza) de inmunidad mientras el Parlamento Europeo no dé el suplicatorio para ser juzgado, debemos hacernos preguntas sobre el proceder del Tribunal Supremo. Y especialmente sobre las decisiones de éste que afectan a la raiz democrática de nuestro sistema constitucional porque precisamente en todo lo que tiene que ver con las garantías constitucionales aquellos que velan por ella deben ser especialmente cuidadosos.

Ahi van algunas preguntas

¿Cómo puede desconocer el TS que la inmunidad parlamentaria europea se adquiere unicamente con voto de los ciudadanos? La Abogacía del Estado ya había advertido que era así y, en todo caso, como había dudas en un tema capital y pilar para el Estado español como es la crisis catalana, el Supremo debió curarse en salud y preguntar al Tribunal Europeo antes y no después.

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Y lo que es más preocupante. ¿No sirvio de reflexión al TS lo que habia sucedido con la euroorden emitida contra Puigdemont y denegada una y otra vez?

¿Es consciente el TS de que en un sistema europeo de Justicia, sus decisiones deben tener fundamentos de profundo respeto a la concepción europea y garantista de la democracia?

¿No sirvió tampoco de reflexión la sentencia sobre la doctrina Parot, por ejemplo?

Pero además cabria preguntar cuál es la formación que se exige sobre el Convenio Europeo de Derechos Humanos, pilar esencial de las democracias europeas, a nuestros magistrados porque les guste a no a nuestros togados la imagen de la Justicia española no atraviesa su mejor momento en Europa.

Y por último ¿Habra alguna autocritica en el TS? No cabe que los togados pasen la pelota de la responsabilidad a los políticos. Todo este proceso judicial comenzó con Mariano Rajoy en la Moncloa y continuó con Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno y, digan lo que digan los independentistas, en España hay separación de poderes. Hay muestras de sobra, como la sentencia Gürtel gobernando Rajoy o la sentencia de los ERE gobernando Sánchez.

Lo más grave es el efecto poitico de los errores del Tribunal Supremo en todo este asunto, que dan argumentos a los independentistas sobre la pobre calidad de nuestra democracia, argumentos que todos los demócratas debemos combatir respetando escrupulosamente la Ley y la Constitución, algo que ellos no hicieron con la proclamación unilateral de la independencia de Cataluña. Tampoco debemos olvidar que en ningún caso la sentencia del Tribunal Europeo absuelve a Junqueras de los delitos por los que está condenado ni ampara la independencia de Cataluña, lo que sí deja muy claro es que no se respetaron sus derechos constitucionales y eso un Estado de derecho serio no se lo puede permitir.

Son preguntas imprescindibles si queremos defender una democracia de calidad y la unidad de España con solidos argumentos juridicos. Sin atajos es decir, sin cercenar lo mas minimo los derechos democráticos.