“Un paso histórico hacia la abolición”, no sólo del Toro de la Vega, sino de todos los festejos taurinos y de aquellos en los que se produzca la muerte o cualquier tipo de tortura de un animal. Así ha definido el partido animalista PACMA la decisión de la Junta de Castilla y León de prohibir la muerte en público del toro de las fiestas de la Vega.

Diez años después de trabajo, manifestaciones, lucha en los tribunales y acciones, parece que la vía política es la que ha dado sus frutos. Y es que el PACMA llevaba meses sentándose en la mesa con las autoridades de la comunidad para conseguir el fin de esta fiesta

Según ha explicado el consejero de Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, la medida aprobada impedirá no sólo la muerte del astado, sino también infringirle cualquier herida que tenga por objeto acabar con su vida: o lo que es lo mismo, se acabó lancear al animal hasta su muerte. 

Conseguir su prohibición total de la tauromaquía

Este jueves “se ha promulgado el Decreto que prohíbe la celebración del Toro de la Vega como se venía realizando desde hace 500 años. Este paso histórico nos acerca a nuestro objetivo de la total prohibición de los festejos con animales”, explican desde la formación.

Y es que, según entienden ellos, con la entrada en vigor de esta nueva medida, el Toro de la Vega pasará a convertirse en un encierro más, tal y como se celebra en otros pueblos españoles, pero, en vez de por sus calles, en el campo. 

Pero esto no es suficiente, pues el festejo se seguirá celebrando cada 15 de septiembre en Tordesillas. Por ello, el PACMA exige “la prohibición legal del festejo del Toro de la Vega en su totalidad. Se ha iniciado un camino que comienza con la publicación de este Decreto Ley, pero es sólo un primer paso. Seguiremos luchando por la total abolición”.

“Ahora es el Ayuntamiento de Tordesillas quien tiene que adaptar el reglamento del Toro de la Vega al Decreto Ley promulgado por la Junta. Incluso, decidir si continuará celebrando el festejo”, ha apuntado el partido. Y aquí reside la cuestión, porque el vicepresidente del Patronato de la Vega, José Ramón Muelas García, ya ha asegurado que si no se puede desarrollar el festejo como viene siendo tradición; es decir, matando al toro, quizás es mejor no celebrarlo por el momento.