Este lunes Albert Rivera anunció su dimisión como presidente de Ciudadanos y diputado. El dirigente abandonaba así la vida política para centrarse en su bienestar privado después de sufrir un auténtico revés en las urnas, pasando de los 57 diputados cosechados el pasado 28 de abril a los 10 logrados este 10N.

La mayoría de líderes de la formación, a pesar de haber formado parte del ala más crítica de Alcalá 253 en las últimas fechas, aplaudieron de forma conjunta la forma en la que Albert Rivera decidió marcharse, sin aspavientos y con un discurso calculado. Una demostración de entereza reconocido a nivel general.

También lo hizo Javier Nart, eurodiputado que decidió salir de Ciudadanos por los pactos con la extrema derecha y la pérdida de identidad de su otrora partido: “Hay que reconocer su calidad y nivel”, alegaba el lunes. Pero el periodo de transición no ha durado mucho. Este martes, en una entrevista concedida a RNE, ha arremetido con fuerza contra Ciudadanos y su líder caído: “El único objetico del partido era la fórmula para tener mejor cuota de partido. Y lo digo en el peor término de la palabra. Cuando un partido se piensa que tiene que ir a por el electorado de otro, estamos en un travestismo que lleva a la incoherencia”, ha alegado.

“Con todo el respeto al Partido Popular, yo no soy del Partido Popular. Cuando un partido se articula por un proyecto personalista, no funciona. Rivera tuvo el síndrome de La Moncloa sin haber llegado a ella, lo cual es tremendo", ha sentenciado.