En el operativo para detener a Carles Puigdemont en su regreso a territorio nacional en el marco de la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat hubo "errores". Así se puedo ver ese mismo día, el pasado 8 de agosto, y así lo ha reconocido el cuerpo de los Mossos d’Esquadra en el informe que ha enviado al Tribunal Supremo después de que el expresident lograra darse a la fuga ante la atenta mirada de miles de personas.

Entre algunos de los detalles que han reconocido ante el juez Pablo Llarena se encuentra el uso de un dron, que dicen perdió de vista al dirigente de Junts e incluso se confundieron de coche en el que este huyó de nuevo a Waterloo. Todo ello pese a haber un dispositivo en marcha en manos del cuerpo calatán que pasó, entre otras cosas, por una 'Operación Jaula' que tampoco sirvió para dar con él antes de que pasara la frontera. Por su parte, Puigdemont ha denunciado a Llarena.

Los Mossos reconocen "errores"

Los Mossos d’Esquadra han dado cuenta ante el Tribunal Supremo de los "errores" que hubo en el dispositivo para detener al expresident de la Generalitat Carles Puigdemont en su regreso a Cataluña. Lo han hecho a través de un informe de unos 25 folios de extensión remitido al juez instructor del procés, Pablo Llarena, en el que reconocen incluso que no previeron que el dirigente de Junts se fuera a dar a la fuga sin llegar al Parlament para asistir a investidura del socialista Salvador Illa, tal y como él mismo prometió.

En este informe, que firma el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, añaden detalles sobre la cadena de equivocaciones que dicen haber tenido en este operativo, como que el dron que utilizaron para localizar a Puigdemont le perdió la pista antes de lograra escapar. Cabe destacar que Sallent ya dio explicaciones el día siguiente de esta huida televisada tras dar un discurso público en el Arc de Triomf, lo que desató una crisis interna en el cuerpo regional tras las duras críticas y señalamientos.

Esto desató que el juez Llanera solicitara a los Mossos y al Ministerio del Interior que le explicaran lo sucedido, y ha sido ahí donde la policia catalana ha explicado cuál fue su operativo previsto y qué ha pasado. En el operativo participaron casi 600 policías -40 de ellos efectivos de la Comisaría General de Información y 18 del Grupo Especial de Intervención- así como que había al menos 15 responsables del mismo.

En concreto, el cuerpo regional asegura que el momento clave de esta huida fue cuando Puigdemont finalizó su intervención ante los manifestantes, cuando se fue detrás del escenario. Allí todo el mundo contaba con que se iba a trasladar hasta el Parlament, como él mismo informó y como sí hicieron otros compañeros de su partido, que echaron a andar en una amplia comitiva, rodeada de muchos simpatizantes.

Pero fue en ese momento en el que expresident desapareció. Presuntamente se escapó por un lateral, donde había un colaborador de los Mossos -que fue detenido- que le ayudó a marcharse. Tras esto, se subió en un coche blanco con el que huyó, se desconoce si directamente hacia la frontera o solo sirvió de enlace para salir del centro de la ciudad condal. Aquí es donde comenzaron los errores, comenzando por dar por hecho que se iba a trasladar hasta la Cámara regional.

Un dron y un coche

Tal y como han explicado los Mossos en el informe, el dron que sobrevolaba el evento dejó de enfocar a la zona cercana al escenario y apuntó a la comitiva de políticos que iban andando hacia el Parlament, donde debería haber estado Puigdemont. Cuando se dieron cuenta de que no estaba entre ellos, volvió a dirigirse a la valla, pero el coche que estaba allí posicionado ya no estaba, como ha adelantado el diario El Confidencial.

Junto a esto, uno de los agentes -de paisano e infiltrado entre la multitud- presuntamente sí se dio cuenta de los movimientos de Puigdemont para escapar. Según este policía regional, vio como el exdirigente se quitó la americana que portaba y se puso una gorra en la cabeza para despistar a los Mossos, lo cual logró. El agente quiso avisar a sus superiores, pero el canal estaba ocupado con otras comunicaciones, e incluso siguió el coche en el que este se montó a la carrera, pero no logró dar con él.

Pero tampoco dio en el clavo con el vehículo. En su persecución para detener el vehículo, informó de que el coche era un Peugeot cuando en realidad era un Honda HRV, error derivado "de la tensión del momento" y porque intentaba evitar que "diferentes ciudadanos le interceptaran para interrumpir el seguimiento del vehículo". Esta confusión en el modelo evitó que el servicio motorizado de los Mossos pudiera localizar a Puigdemont a la carrera.

Entre tanto, fueron tres los mossos arrestados acusados de colaborar en el plan de fuga del líder de Junts. Por su parte, el informe que el Ministerio del Interior remitió al Supremo, la cartera que lidera Fernando Grande-Marlaska asegura que ofreció el apoyo de los cuerpos de la Policía Nacional y la Guardia Civil al cuerpo regional pero estos no lo requirieron. Además, afirman que los dispositivos de control y vigilancia que emprendió el cuerpo nacional no detectaron "en ningún momento" la presencia de Puigdemont en fronteras, puertos y aeropuertos.