Menos de 24 horas después de hacer oficial el cese de Rocío Monasterio como líder de Vox en la Comunidad de Madrid, la hasta hoy diputada ha presentado su renuncia al escaño y, de esta manera, abandonará su incursión en la política, tras cinco años al frente de la fuerza ultraderechista en una autonomía dominada por la mano de hierro de Isabel Díaz Ayuso. 

Tras el Pleno semanal en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, hasta este miércoles, presidenta de Vox en la región, ha anunciado que entregará este jueves su acta como diputada y dejará todos sus cargos en el partido de Santiago Abascal.

En declaraciones a los medios de comunicación tras la sesión de control al Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso en los pasillos de la Asamblea regional, Monasterio ha asegurado que la decisión de su cese vino de la mano del secretario general de su partido, Ignacio Garriga, “a instancias del presidente”, Santiago Abascal.

Hoy no soy la persona de confianza del presidente, entrego mi acta de diputada. La política ha sido un acto de servicio para los españoles”, ha anunciado, a la par que, a partir de ahora, y al confirmar el fin de su etapa política, ha adelantado que retomará sus funciones profesionales omo arquitecta “con la satisfacción de haber contribuido al espíritu limpio del partido”.

A la par, ha señalado que “servir ha sido un honor”, firmando así su punto y final definitivo entre las filas de Vox.

Vox destituye a Monasterio al frente de la presidencia madrileña

Fue este miércoles cuando, de manera inesperada, trascendía la decisión de la cúpula de Vox de prescindir definitivamente de Rocío Monasterio de su liderazgo al frente del partido en la Comunidad de Madrid. En su lugar, los de Abascal han colocado al periodista José Antonio Fúster como nuevo presidente de la formación en Madrid.

En un comunicado, la formación de Santiago Abascal señala que Fúster compatibilizará su nuevo cargo con el de portavoz nacional de Vox, que ostenta desde marzo de este año. Según Vox, este aceptó el encargo de la Ejecutiva "consciente del reto y con el compromiso de servicio permanente a los cargos, afiliados y simpatizantes". En estos términos, la directiva del partido ultraderechista le agradeció sus ocho años "de dedicación exclusiva" a la provincia de Madrid, alabando a la par que, en este tiempo, "ha logrado la implantación territorial" de la formación en la región, habida cuenta de que Vox fue el único partido que en las pasadas elecciones municipales "presentó candidatura en el cien por cien de los municipios".

Estaba previsto que Monasterio continuara sus funciones de portavoz del partido en la Asamblea pese a dejar de ser la presidenta regional pero, debido a la consecución de estos acontecimientos, y tal y como ha expresado este jueves sin haber contado con "la confianza" de la dirección de Abascal, ha decidido abandonar todos sus cargos en Vox. 

Ya este jueves, en palabras de Abascal, ha enmarcado este profundo cambio en sus filas "dentro de la normalidad" pese a que se intente presentar la decisión como una "división de divisiones".

Asi lo ha expresado en una entrevista en Radio Libertad en la que Abascal se ha limitado a señalar que es una decisión comprendida en la "absoluta normalidad", subrayando que desde la llegada del nuevo secretario general, Ignacio Garriga, al cargo en octubre de 2022 el partido ha procedido a cambiar "aproximadamente 30 estructuras provinciales".

"En Madrid lo que se hace es que Rocío va a seguir centrándose en el trabajo en la Asamblea y José Antonio Fuster, que es nuestro portavoz nacional, va a dar un nuevo impulso a la organización territorial", ha puntualizado Abascal.

Dicho esto, ha dicho que no tiene "ninguna duda" de que cualquier cambio que se realice en Vox "se convertirá en una cuestión de debate político, llenará portadas y lo intentarán convertir en la división de las divisiones". "Vox toma sus decisiones y va a seguir tomándolas para que el partido vaya cada vez mejor", ha remarcado.

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