Este miércoles toma posesión como diputado del PP de Carlos Mazón, Ignacio Aleixandre. El motivo es la renuncia al acta de Pablo Broseta, hijo del profesor de derecho asesinado por ETA Manuel Broseta, que ha sido nombrado secretario autonómico de Representación ante la Unión Europea y las comunidades autónomas, un cargo de nueva creación. El problema para Mazón es que entre “los mejores”, como él mismo denomina a sus diputados, entre Aleixandre, una persona que fue despedida de la empresa pública Divalterra por “abandonar su puesto de trabajo sin causa justificada, uso inadecuado del vehículo de empresa y hacer trabajos particulares en horario de oficina”.

Ignacio Aleixandre es el vástago de un tótem del PP, Vicente Aleixandre, al que sus propios compañeros de formación le apodaron el "faraón de El Palmar" por el inmenso poder que tenía dentro del Partido Popular, sobre todo en el ámbito municipal en la época en la que la todopoderosa alcaldesa de España, Rita Barberá, reinaba con mano de hierro la ciudad y sus pedanías.

Fue precisamente en una de esas pedanías, en El Palmar, donde Ignacio Aleixandre se convirtió en el alcalde más joven del PP con tan solo 23 años. Se le auguraba una carrera plagada de éxitos. Lo tenía todo: juventud, ganas y el apellido correcto. Un cóctel infalible dentro de las filas populares. Pero todo se fue al traste cuando el expresidente de la Diputación de Valencia decidió cerrar Divalterra (antigua Imelsa), esa empresa pública tan asociada a la corrupción del caso Taula.

En el momento del anuncio del cierre, Aleixandre conservaba su puesto de trabajo allí después de haber perdido Rita Barberá las elecciones de 2015, lo que supuso la salida de todos los alcaldes pedáneos, ya que son nombrado a dedo por el alcalde o la alcaldesa de turno. El hijo del 'faraón' tenía su puesto de trabajo en Turismo, pero debía ser reubicado como el resto de sus compañeros tras el cierre de la empresa.

Pillado sin ir a trabajar

Los criterios de reubicación de los trabajadores afectados por el cierre también conllevaron otros cambios como, por ejemplo, la implementación de GPS en los vehículos oficiales para que los usuarios no pudieran utilizarlos fuera del horario de trabajo para temas personales, así como para poder acreditar que se realizaban los diferentes trabajos encomendados. Al parecer, el que ahora será nuevo miembro de Las Corts con el PP de Mazón no debió enterarse porque, como explican las fuentes cercanas a la Diputación de Valencia, “lo pillaron con el carrito del helado”.

Tras una comisión de la que formaban parte, entre otros, los sindicatos y los miembros del servicio de personal de la Diputación, se llegó a la conclusión de que Ignacio Aleixandre había cometido faltas “graves” y “muy graves”. Tras abrir una investigaciín primero y un expediente después, se tomó la decisión de despedirlo como trabajador de la Diputación de Valencia.

Según se puede leer en el decreto, al que ha tenido acceso ElPlural.com, Aleixandre, en cuanto a las graves cometió: “abandono del puesto de trabajo sin causa justificada; realizar trabajos particulares en el horario de trabajo, así como utilizar para usos propios herramientas de la empresa, tanto dentro como fuera de los lugares de trabajo, a no ser que se cuenta con la oportuna autorización”, así como “el uso inadecuado del vehículo de empresa o su utilización para cuestiones diferentes a las que está destinado”.

En cuanto a la comisión de faltas muy graves, se consideran aplicables “la deslealtad y el abuso de confianza en las gestiones encomendadas, así como cualquier conducta constitutiva de delito doloso y la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento del trabajo normal o pactado”. Tras el despido, adelantado por El Español, Ignacio Aleixandre acudió a la Justicia. Según ha podido saber este periódico, el pasado mes de diciembre se celebró un juicio por estos motivos pero, por ahora, no hay sentencia en ningún sentido.