La imagen de los cadáveres en el Palacio de Hielo de Madrid no se borrará nunca de la memoria de Margarita Robles, ni de los militares que llorando acompañaron los cuerpos conscientes del dolor de las familias que no podían estar allí. Su emotivo discurso en el cierre de la morgue provisional llegaría como un paño de lágrimas para ellas: "Lo único que puedo decir, ya sé que no es un consuelo, es que quienes han estado en este palacio, estos hombres y mujeres que han fallecido, no han estado solos. No les hemos podido salvar la vida, pero que sepan que, por parte de nuestras Fuerzas Armadas, de la UME, del Ejército de Tierra, siempre han estado con ellos", afirmó entonces la ministra que, en una entrevista, publicada hoy por el Huffington Post, no ha podido evitar otra vez emocionarse.

"Un momento que no salió en los medios fue una visita al Palacio de Hielo, ver aquellos féretros y saber la angustia que había detrás de las familias que no podían estar con ellos. Eso fue muy duro, pero al mismo tiempo ver a gente joven de las Fuerzas Armadas con las lágrimas cayendo diciendo que no los iban a dejar solos. Eso fue un momento muy duro", recuerda Robles.

"Hicimos lo que podíamos"

“Tengo la tranquilidad absoluta de saber que en cada momento hicimos lo que podíamos”, afirma Margarita Robles, quien ante las duras críticas de la oposición al Gobierno durante la pandemia ha guardado silencio hasta ahora.

“Aquella crítica política despiadada e injusta contra el Gobierno era absolutamente inaceptable, lo vivimos con mucho dolor”, reconoce la ministra de Defensa, antes de hacer un llamamiento a la unidad de las fuerzas políticas para combatir la pandemia: "Tienen que ser muy conscientes de que lo que hicieron no estuvo bien y de que es el momento de poner en valor lo que nos une”. El tono conciliador recuerda a las palabras pronunciadas por el expresidente socialista Felipe González, el miércoles pasado.

Preguntada por las críticas de la oposición al estado de alarma y a la gestión del Gobierno, Robles subraya que "el virus no hace diferencias entre ciudadanos de un color o de otro" y "viví una cosa que me dolió profundamente: cada vez que íbamos a la convalidación de la prórroga del estado de alarma, ver aquellas críticas y en ocasiones insultos, ver que se nos hacía responsables incluso de la muerte de las personas, fue una cosa dolorosísima. Con todos los errores, que sin duda los hubo, el objetivo que teníamos era hacerlo lo mejor posible y ayudar a salvar vidas. Ahí hubo muchos dirigentes políticos que utilizaron la pandemia con una clara finalidad que era ir contra el Gobierno".

"Es momento de arrimar el hombro, de estar todos trabajando juntos. No debemos echarnos los muertos a la cabeza, porque es tremendamente deshonesto hacia las familias", añade Robles.

Más de 2.000 militares para rastrear el virus

El Ejército está en plena ‘misión Baluarte', con más de 2.000 rastreadores militares en las calles para detectar los contagios. "Lo han pedido ya 13 comunidades autónomas, más las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La labor de rastreo es esencial y fundamental para detectar y evitar los contagios, es una de las más importantes. Por eso, el aprovechar la experiencia que tienen los militares va a ayudar mucho. En esta lucha nadie sobra, todos hacen falta", señala.

La ministra recuerda que "aunque las Fuerzas Armadas son muy desconocidas, la propia Ley de Defensa Nacional da unas competencias al Ejército en casos de calamidades, inundaciones e incendios, ahí está la UME por ejemplo. En la operación Balmis, durante todo el tiempo de la pandemia, fueron miles y miles de militares los que estuvieron en todos los ámbitos, desde la desinfección hasta la labor tan durísima de acompañar a los cadáveres en labores de transporte".

"Si fuera necesario otro estado de alarma, se haría"

"Tengo que decir que todos los hombres y mujeres se volcaron voluntariamente en ayudar. En el caso de los rastreadores, tengo que decir la ilusión con la que lo están haciendo, esa idea interiorizada de que estás prestando un servicio a la sociedad. El Ejército estará donde haga falta, cuando haga falta y como haga falta, siempre para ayudar a los ciudadanos y a los más vulnerables", remarca Robles. 

Sobre la posibilidad de otro estado de alarma, Robles responde que no le gusta "hacer previsiones porque se ha visto que el virus evoluciona de la forma en la que evoluciona", pero espera " que no sea así" porque "se ha aprendido mucho. La situación, hay que decirlo con claridad, no es la que vivimos en marzo y abril. Es difícil, pero no la de abril. Esperemos que esa situación no llegue, pero si fuera necesario, se haría. Quiero confiar en que no sea así. Pero remarcar algo: con el virus no se puede hacer política".