Ya lo dijo la semana pasada, Manuel Valls sentía “listo” para ser el candidato de la izquierda francesa. Lo mostró antes de que François Hollande anunciase que no se presentaba a la reelección a las presidenciales de 2017, que se convertiría en el primer presidente que no optaba a repetir.

Ahora, con Hollande fuera de juego para el fututo, su hasta hoy primer ministro ha dado el paso: se presentará a las primarias para conseguir ser el candidato. El martes, día en el que su anuncio se hará oficial, ya no será el primer ministro. Valls quiere ser el nuevo presidente de la República francesa para lanzar sus propuestas a los franceses "en toda libertad".

"Sí, soy candidato a la presidencia de la República", ha dicho Valls en los primeros segundos de su discurso desde el Ayuntamiento de la ciudad de Evry, la misma de la que fue alcalde durante once años.

El pasado jueves de daba el pistoletazo de salida a la campaña para unas primarias abiertas entre la izquierda francesa. Hasta este lunes, el único candidato que había presentado su candidatura era el exministro de Economía Arnaud Montebourg, del ala radical del Partido Socialista. Ahora, se suma Valls.

Prefieren a Valls frente a Hollande

Valls ha anunciado que luchará por la presidencia el mismo día en que se conoce una encueta en la que se constata que los franceses le prefieren por encima de Hollande.

Según los datos del instituto demoscópico Odoxa, el 74% de los franceses se decanta por el primer ministro socialista, frente al 22 % que lo hace por Hollande, como candidato de la izquierda para la presidencia del país.

Son mayoritarios los que apuestan por Valls, tanto entre los que se declaran de izquierdas (un 63 % frente al 34 %), como entre los simpatizantes socialistas (65 % frente al 34 %), y mucho más entre los que dicen ser de derechas (86 % frente al 12 %) y de extrema derecha (78 % frente al 15 %).