A pesar de la evidente dificultad, la portavoz parlamentaria adjunta Macarena Olona se ha hecho con un importante hueco en Vox y con una gran notoriedad a base de superar a sus compañeros en las polémicas que van generando desde el partido de Santiago Abascal.

Sin embargo, a pesar de su consolidada trayectoria de ataques completamente irrespetuosos, a los simpatizantes ultras se les ha quedado muy corta al no sumarse a los insultos dirigidos contra la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxel Batet.

Todo comenzaba con un comentario de Cristian Campos, uno de los más clásicos y casposos periodistas de La Caverna, sobre un vídeo en el que Batet y Mª Pilar Llop, presidenta del Senado, subían la escalinata de entrada a la Catedral de la Almudena para acudir al funeral por las víctimas del coronavirus organizado por la Conferencia Episcopal.

Entre los grandes temas que en esta situación podrían prestarse al debate, como una ceremonia católica en un estado aconfesional, el drama de los fallecidos o las críticas a la gestión de la pandemia por parte del Gobierno, Cristian Campos consideró importante comentar el atuendo de la presidenta del Congreso y su acompañante.

Un tuit que dio pie a una larga lista de respuestas con una infinidad de variantes para llamar "zorras" a las dos mujeres.

Curiosamente, una de las respuestas que ponían algo de cordura en el asunto fue la de la diputada de Vox, que acusó de "cobarde" y "repugnante" al tertuliano por la extremadamente machista conversación que había generado.

Todo un patinazo para los seguidores ultras de Abascal a los que aguaba la fiesta y que la convirtieron en el nuevo blanco de las críticas. Amparados bajo el anonimato de Twitter, parece que los simpatizantes de Vox no perdonan un comentario antisexista incluso aunque provenga de una de las principales cabezas del partido