“La mayor rebaja fiscal de la historia”. Hasta un 5,5% menos de IRPF tendrán que pagar los ciudadanos madrileños siempre que la extensa rebaja fiscal planteada por PP y Ciudadanos como seña de identidad de su nuevo Ejecutivo se cumpla.

Son muchos los presidentes autonómicos y dirigentes que han mostrado su preocupación e indignación tras el anuncio de las dos derechas en su principal feudo. Mientras Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, defiende que su región se convertirá en el plan de choque de un hipotético Gobierno de Sánchez, rebajando los impuestos de forma proporcional a las subidas que se gestionen desde el gobierno central, Lambán, Baldoví y un sinfín más de dirigentes ven la operación Ayuso-Aguado como una deslealtad frente al resto de comunidades, que tratan de mantener un tipo medio de forma leal a la política central.

Más allá de las críticas de sus rivales, llama la atención la defensa a ultranza de los impuestos realizada por Luis Garicano. Erigido a golpe de choque frontal con la cúpula como uno de los críticos de la Ejecutiva naranja, ha aprovechado esta semana para realizar un análisis internacional sobre las bondades de los impuestos. Intención o casualidad, el análisis queda patente.

Mientras la cribada cúpula de Rivera saca pecho de las bondades de reducir los impuestos en Madrid, rebatiendo cualquier crítica y hablando de lo bienaventurados que serán sus ciudadanos, Garicano atiza en Twitter: “Los impuestos no son un robo. La riqueza que tienen los "libertarios" depende de la existencia de un sistema que reconoce y defiende la propiedad y la libertad: policía, jueces, ejército. Sin ellos, somos bandas de monos robando y siendo robados”.

Analizando la situación en Irlanda, que muchos defienden y amparan, Garicano insiste: “Nada es gratis. Las cosas que necesitan nuestros países para prosperar, las calles seguras, el aire limpio, no se pueden generar por el mercado. Sin bienes públicos en sentido estricto, ni se puede excluir a nadie de su uso, ni se agotan cuando otros los usan”, alega, antes de sentenciar su argumento justificando que “los impuestos son necesarios”.

Garicano, que ha desarrollado su carrera en la London School of Economics como profesor, argumenta que el nivel de impuestos “es debatible”, pero “no es de Podemos pedir que personas y empresas cumplan sus obligaciones”.

Un análisis profundizando en que el problema es el pago abusivo de impuestos si estos no vienen acompañados de representación, servicios sociales y mejoras. “Lo liberal es no taxation without no representation, no no taxation”.