Las concentraciones en Lavapiés continúan tras la muerte de Mmame M., el mantero senegalés muerto tras una persecución de la policía local a consecuencia de un paro cardíaco. Este viernes, horas después de lo ocurrido, senegaleses se han congregado en las calles del barrio madrileño. Hasta allí se ha acercado el embajador de Senegal, quien se ha tenido que refugiar en un bar de la zona ya que sus compatriotas le han jaleado porque consideran que ha llegado tarde. Los ánimos están caldeados. Los manifestantes han lanzado sillas de las cafeterías colindantes y los antidisturbios han tenido que intervenir a través de un cordón policial. El embajador, finalmente, ha logrado salir gracias a las fuerzas policiales.