Un coche abollado, abandonado, es el solitario acompañante de una tumba en Batres, una población del sur de Madrid. Pocos metros más allá, son unos contenedores de basura los que hacen de marco para los nichos. Una situación de abandono y degradación que los vecinos vienen denunciando desde hace meses, cuando el cementerio local comenzó a convertirse en un vertedero.
Según denuncian los vecinos, que han enviado fotos que muestran el abandono a los partidos políticos de la oposición, los primeros restos que comenzaron a aparecer entre las tumbas fueron procedentes de podas y desbroces. El ayuntamiento, gobernado por el PP, no procedió a su retirada, lo que parece que animó a otros a comenzar a depositar y abandonar allí más desechos.
Y así, los vecinos han visto cómo en los últimos tiempos han comenzado a abandonarse junto a las tumbas coches viejos, contenedores de basura, piezas viejas de maquinaria... La sensación de abandono, según los vecinos, es total.
Hace tanto tiempo que no se limpia el camposanto que, lo que más les ha comenzado a preocupar, con el abandono han comenzado también a aparecer plagas de insectos, orugas y hormigas que completan un paisaje desolador y dificultan la visita de los familiares que quieren acudir a visitar las tumbas.
