Primera jornada del Debate de Investidura en las Cortes de Castilla-La Mancha. FLICKR



La palabra es “NO”. No a las políticas sociales y económicas aplicadas por María Dolores Cospedal en Castilla-La Mancha durante los últimos cuatro años y que, como no podía ser menos, le han costado la Presidencia del Gobierno regional, que si todo transcurre dentro de la normalidad democrática pasará este miércoles a manos del socialista Emiliano García-Page, que en su discurso de investidura del martes (hacía años que en el antiguo convento de Gilitos, sede de las Cortes castellano-manchegas, no se escuchaba una intervención política de altura) desgranó lo que serán los diez mandamientos de su acción gubernamental (no olvidemos que Page es católico, apostólico y practicante), que pasan necesariamente por acatar el documento firmado ante notario con Podemos, aunque el 80 por ciento de su contenido ya estaba recogido en el programa electoral del PSOE, y el rescate, sí o sí, de aquellos que han sufrido en sus pellejos los devastadores recortes llevados a cabo por la despiadada neocon Cospedal.

Ni un abucheo, ni un pito... solo payasadas
Y decimos discurso de altura porque, salvo las payasadas gestuales y guturales de la secretaria segunda del PP de la Mesa de las Cortes, Cesárea Arnedo, siempre dispuesta a tocarse con peineta y mantilla si su jefa de filas así lo exige, o las risas bufónicas del que fuera presidente de la Cámara y ahora titular de la Vicepresidencia, Vicente Tirado... salvo estas notas circenses, no secundadas por ningún diputado popular ni consejero en funciones, a excepción de algún aspaviento mímico del nefasto titular de Educación, Marcial Marín, el resto de los presentes, incluida Cospedal (con algún guiño receptivo y obligado para que la hooligan Arnedo no se sintiera sola en su monólogo risorio), no hubo ni un solo reproche, ni un solo pito, ni un solo abucheo, ni una sola interrupción, y sí muchos aplausos en la tribuna de invitados. ¿A caso el Parlamento castellano-manchego es diferente al resto de las cámaras autonómicas? No. Todos entendieron, propios y extraños, que el verbo de García-Page no era palabrería. No.

Discurso de dos horas sin leer el papel
El caso es que el socialista comenzó orquestando un discurso de dos horas, no leído (lo que trastocó a los asesores en desbandada de Cospedal), desmontando una a una las barbaridades sociales llevadas a cabo por la anterior presidenta, y comprometiéndose, seguidamente, a “reparar” los desaguisados provocados por el PP en Castilla-La Mancha, comunidad elegida por la todavía secretaria general del PP para demostrar a sus compañeros que el austericidio podía llevarse a cabo sin consecuencias. Error de cálculo. Por eso, García-Page le recordó durante los cerca de 120 minutos sus fallos, sus falacias, sus ninguneos, sus barbaridades y sus ataques sin consideración contra el Estado del Bienestar, que el socialista se ha comprometido a recuperar, “porque en invierno o en verano, aquí, en Castila-La Mancha, los niños no pasarán hambre”, dijo, como ha sido hasta la fecha. “Se luchará contra la pobreza, sobre todo contra la pobreza infantil y la energética, habrá planes de choque en las listas de espera sanitarias y para mejorar la atención primaria, se contratará a 1.000 profesionales sanitarios el primer año de mandato y se revertirán los procesos de privatización de la Sanidad”, por citar unos ejemplos, donde un plan de choque contra el paro y la creación de empleo ocupan también un  destacado lugar.

Bolsillos de cristal
García-Page tiene claro que la transparencia es el pilar fundamental de la acción de gobierno. Nada que ocultar a los ciudadanos, nada que no sepan los ciudadanos; por eso ha propuesto abrir “un tiempo de esperanza y futuro” y ofrecer un “contrato ciudadano” para la recuperación “económica, social y política”. De hecho, durante su intervención y por primera vez en la historia de las Cortes en Castilla-La Mancha, el candidato a ser investido máximo responsable del Gobierno regional ha hecho entrega formalmente, y desde la tribuna de oradores, de un ejemplar de su programa electoral y de una copia de su declaración de la renta al presidente de la Cámara Regional, Jesús Fernández Vaquero, a quien ha pedido que vaya viendo la vía legal para retirar el aforamiento de los diputados.

Más sanidad y educación y menos nuclear
El candidato socialista se ha referido a todo lo que verdaderamente preocupa a los castellano-manchegos. Bueno a todo, menos incompresiblemente a la agricultura, sector primario que Page ha obviado completamente. No así la sanidad, la educación, el bienestar social y, ante todo, la dependencia, con cuyos representantes mantendrá su primer encuentro gubernamental. Todo ello aderezado con la firme oposición al basurero nuclear auspiciado por Cospedal, a quien le ha reprochado, además, que “vendiera” el agua de Castilla-La Mancha al mejor postor para conservar una autoridad dentro del PP que, hoy por hoy, está en entredicho. Sea como sea, para este miércoles queda lo mejor: Cospedal se ha “dignado” a replicar el discurso de investidura de Page, la que puede ser, tal vez, la última intervención de la neocon en Castilla-La Mancha. Y es que... Se vende cigarral.