Lo ha reconocido este miércoles el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, en declaraciones a los periodistas:  “Existe una posibilidad real de cambio en el Gobierno de la Nación”.

Bonilla sabe de lo que habla. Y es que el próximo 10 de noviembre podrían repetirse en España dos de los factores más importantes por los que el dirigente del Partido Popular consiguió hacerse con la presidencia de la Junta de Andalucía el pasado mes de diciembre: la desmovilización de los votantes socialistas y la consolidación de Vox como una fuerza política capaz de aglutinar a votantes alejados del sistema que no solían acudir a las urnas.

a. Desmovilización de la izquierda

Respecto a la desmovilización de la izquierda, Bonilla está seguro que la “motivación de muchos electores socialistas (en abril) no la van a tener en esta elecciones en noviembre”. A su entender, “eso se va a notar en las urnas” posibilitando así que las tres derechas (PP, Ciudadanos y Vox) puedan sumar mayoría absoluta en el conjunto del Estado y Pablo Casado se convierta en el próximo inquilino de La Moncloa.

El escenario que plantea Bonilla es muy parecido al que dibujó la ‘La Razón’ en el estudio que publicó el domingo. Según el diario que dirige Francisco Marhuenda, si se produce la misma participación que en 2016, el bloque de la derecha resultaría ganador gracias a la abstención. La abstención se situaría en un 33,4%, cinco puntos más que el 28A. PP, Ciudadanos y Vox deberían retener los 11,5 millones de votantes para que el vuelco sea una realidad. 

b. Vox confía en retener a sus votantes: sus 4 planes para ganar a la izquierda 

Tal y como pronostican otros sondeos como el recientemente realizado por DYM para El Independiente-Prensa Ibérica, Vox confía en mantener e incluso mejorar los resultados obtenidos el 28 de abril.

En concreto, los de Santiago Abascal creen que podrán ampliar su representación en la Carrera de San Jerónimo aunque se puede dar la posibilidad de que, si cae la participación respecto a abril, bajen en votos, pero suban en escaños.

Todo ello en base a cuatro planes que el partido de extrema derecha pretende llevar a cabo en las próximas semanas:

1. Su electorado es, junto al del PSOE, el más leal de todos los partidos (repite el 79% según DYM). Por ello, plantean actos como otro macro mitin en Vistalegre el próximo 6 de octubre y seguir marcando la agenda incorporando temas incómodos para otros partidos como la construcción de un muro entre las fronteras de España y Marruecos.

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2. Su presencia en los medios de comunicación sigue siendo muy elevada. Algo que podría ir en aumento estas elecciones al estar ya presentes en los debates electorales. La estrategia de Vox también pasaría por dar más importancia a los medios de comunicación y a diferencia del 28 de abril, no fiarlo todo a las redes sociales. Así, no es de extrañar que Santiago Abascal aparezca en programas de televisión antes vetados como ‘El Hormiguero’.

3. Vox no descarta hacer retoques en sus listas electorales para las elecciones del próximo 10 de noviembre para incorporar nuevos 'fichajes estrella' de personas que se han acercado al partido  en los últimos meses y cuyo tirón quieren aprovechar. 

4. Desde Vox también planean echar el resto en ocho provincias en las que se quedaron a las puertas de arrebatar un escaño al PSOE o a Unidas Podemos. Tal y como apunta Europa Press, un caso paradigmático fue Huelva donde a los de Abascal les faltaron sólo 330 votos para quitarle un diputado a los de Pablo Iglesias. A más distancia quedaron en Málaga, Huelva, Jaén, Cuenca y Castellón, donde también van a poner toda la carne en el asador porque tienen la esperanza de que personas que no se atrevieron a votarles el 28 de abril sí se decidan a dar el paso el 10 de noviembre.