Es comprensible que después de una tragedia como la sufrida por los padres del niño Julen fallecido en Totalán, tras trece días en el fondo del pozo, se quejen amargamente de lo sucedido y de las circunstancias. Es muy comprensible y la presión mediática y la tensión del juicio y sus imágenes ahora coadyuvan aun más a determinadas declaraciones.
Son “juguetes rotos” que dejan escapar todo su dolor y amargura contenida. Solo así se explica declaraciones recientes en las que el padre de Julen afirma que “algunos políticos vinieron a hacerse la foto. Era muy duro tener que salir a recibir a tal o cual político. El único partido que acudió sin cámaras fue Vox. Eran las 00.00 horas y llovía a mares".
Lo cierto es que quienes estuvimos allí fuimos testigos de cómo precisamente los políticos, en este caso representantes institucionales, además con competencia en el tremendo operativo montado, tuvieron presencia con discreción, sin protagonismos y sin grandes montajes mediáticos. Ocurrió así con el recién proclamado presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que fue acompañado del consejero de Presidencia, Elías Bendodo (ambos además malagueños y diputados por esa circunscripción).
La dignidad discreta de la Subdelegada del Gobierno
Y como muestra de los que fue una actitud en extremo respetuosa fue la de la Subdelegada del Gobierno central, María Gámez. La máxima representante de La Moncloa en la provincia se pasó jornadas completas en el interior de la zona acordonada, trabajando, dirigiendo el operativo y sin apenas dormir en unas condiciones duras como era los lugares desde los que se coordinaba en la operación.
Lo hizo sin protagonismos ya que a los pocos días pasó la responsabilidad de comparecer ante los centenares de medios de comunicación a los responsables civiles, ingenieros, bomberos, Protección Civil así como las Fuerzas de Seguridad. Gámez, además afectada por lo sucedido pero al pie del cañón todos los días, huyó de todo tipo de protagonismo. Igual hizo el Delegado de Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que ocasionalmente comparecía para dar información pero pasando el testigo al operativo.
En lo relativo a los partidos políticos podemos corroborar que no aprovecharon este luctuoso hecho para “sacarse la foto”. Solo la lamentable presencia con protagonismo de Juan José Cortés y su posterior y bochornosa intervención en la Convención del PP r{eivindicando para el Partido Popular hechos de este calibre, pusieron la nota discordante. Un caso aislado.
Los partidos no fueron a buscar la foto
Ningún partido más tuvo presencia como tal en la zona. Si ahora conocemos que Vox si estuvo presente es un dato que se ignoraba. Un dato que enlaza con la tendencia de familiares víctimas de estos hechos de ser utilizados por la derecha y las más extremas formaciones conservadoras. Así ocurrió con el padre de Marta de Castillo, fichado por Vox en Sevilla, y Juan José Cortés, exasesor del PP y ahora mitinero en sus actos nacionales.
Convertir en un show el drama
Una tendencia que tendría una explicación pero que por respeto a las víctimas solo referenciamos. Porque el dolor de una familia, la amargura de un padre o una madre no debe ser usado por nadie ni mediáticamente ni para bastardos intereses políticos. Que nadie manipule el dolor y que nadie quiera convertir a Julen y su muerte en un show, sería denigrante.
