La impunidad con la que algunos cargos del PP están acostumbrados a expresarse les lleva a cruzar todo tipo de líneas rojas. Tras el atentado de Berlín, Andrea Levy habló de "choque de civilizaciones" y Lola Merino, diputada en Castilla-La Mancha, ironizó con el 'Welcome Refuggies', el lema que durante meses ha estado visible en la fachada del Ayuntamiento de Madrid. Los comentarios fueron eliminados pero ahí quedaron sus ecos. El concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid Percival Manglano se alineó con esas posturas y con las de la extrema derecha alemana (que intentan sacar rédito político del atentado imputándoselos a Merkel) y cuando todavía no se había confirmado la autoría criminalizó a los refugiados. Lo hacía aprovechando que se había detenido a un refugiado pakistaní como presunto autor pero la Policía alemana confirmó que se habían equivocado de persona y no tenían al responsable.

La irresponsabilidad de Manglano no pasó desapercibida para la ONU, concretamente para ACNUR, su área de ayuda al refugiado, que le pidió que estuviera al nivel que se espera de un dirigente político.

 

Lejos de rectificar, Manglano se justificó atacando a Podemos.