De la ya famosa ultrafranquista Pilar Gutiérrez se sabe casi todo. Esta polemista y reaccionaria mujer hunde sus raíces genealógicas en lazos directos familiares con lo más rancio del franquismo. Hija del ministro de Planificación y Desarrollo de Franco, su padre fue cofundador junto a Carmen Polo de la Fundación Francisco Franco. Es además sobrina de Antonio Vallejo, ex-presidente de la Confederación Nacional de Combatientes. Todo un pedigrí que explica su formación ultraderechista que le viene de cuna.


Pero además, un dato menos conocido es que esta psicóloga es sobrina nieta por parte materna del doctor en psiquiatría Antonio Vallejo-Nájera, el llamado 'Mengele español'. El segundo apellido, el materno, de este símbolo vivo del más cutre franquismo es Vallejo, parte del compuesto del siniestro psiquiatra, Vallejo-Nágera.

Como psicóloga ha afirmado que en estos momentos "aplica su carrera a todo lo que hace porque sin unas dotes de terapeuta sería imposible llevar esta campaña". Esa afirmación de “dotes terapeutas” nos hace preguntarnos si van en línea con la de su tío abuelo.


Supremacía racial franquista y el 'Mengele español'


Antonio Vallejo-Nágera fue un médico psiquiatra mimado por el franquismo que financió sus siniestros proyectos tales como el de usar como cobayas humanas a prisioneros republicanos experimentando con ellos en busca de un supuesto “gen rojo” para justificar “científicamente” que los marxistas poseían “inferioridad mental”. A ese mantenimiento de la supremacía racial de los no marxistas se asocia un programa de “higiene racial” que habría conllevado el robo de miles de niños en el franquismo como elemento para romper la cadena familiar y desmembrar familias sospechosas.

Antonio Vallejo-Nágera Lobón era médico y comandante (padre del también psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera). Bebió en las fuentes de la psiquiatría prenazi y posteriormente, ya en España se mostró como un seguidor de Hitler y de la pureza racial.

Crear una aristocracia eugenésica”


En uno de sus libros ya mantenía en 1937 que “la política racial tiene que actuar en España sobre un pueblo aplebeyado cada vez más en las características de su personalidad psicológica, por haber sufrido la nefasta influencia de sectarios, de los krausistas, empeñados en borrar todo rastro de las gloriosas tradiciones españolas… La raza, que no quiere estar subyugada por los inferiores y débiles de cuerpo y de espíritu, debe engrandecer los biotipos de buena calidad hasta lograr que predominen en la masa total de la población. Una raza debe reproducir sus mejores elementos… Política contraria a la democrática, que ha nivelado las clases sociales, en beneficio de los inferiores, en perjuicio de los selectos, para proporcionar medios de vida a la multitud de mediocres. (…) La nación que quiera velar por el porvenir de su raza, debe crear una aristocracia eugenésica, tanto en la esfera corporal como en la espiritual y moral”.

Presos republicanos como cobayas


Franco respaldó y auspició su proyecto para demostrar la inferioridad racial y genética de marxistas, republicanos y rojos. Como muestra del apoyo del dictador este lo designó máximo responsable de los Servicios Psiquiátricos Militares y contribuyó a su financiación. Un escenario como el de 1938 en el que régimen nazi lo inundaba todo y las prisiones en España estaban llenas de prisioneros políticos propiciaba estas prácticas horribles.

 

Experimentos en un centro de Burgos


Con este “material” humano, el “Mengele español”, realizó investigaciones con estos presos como cobayas humanas creando un centro de estas terribles prácticas en un campo de concentración de San Pedro de Cardeña al lado de la capital burgalesa.

Se ha documentado que por este centro pasaron “10.000 prisioneros de los frentes del Norte, sobre todo Brigadistas Internacionales, voluntarios de varios países que llegaron a España para unirse a la lucha contra el fascismo”


Brigadistas, marxistas, vascos y catalanes y mujeres republicanas
Según el criminólogo e historiador Luis Miguel Sánchez Tostado a los presos “además de utilizarlos como mano de obra esclava también fueron estudiados por el equipo del doctor Vallejo-Nágera, que estableció tres grupos: los brigadistas norteamericanos de la brigada Lincoln, muestra de control comparativo frente a los hispanos; los presos españoles marxistas, en los que esperaba encontrar el “gen rojo; y los catalanes y vascos, por su antiespañolismo. Añadió un cuarto grupo formado por mujeres republicanas españolas, a las que estudió en la cárcel de Málaga”.

 

Himmler y colaboración nazi


A estos experimentos se sumó la ayuda de científicos nazis. A los presos se les sometía a duros interrogatorios y mediciones antropológicas. Luego se les sometía a un “curso” de adoctrinamiento político con desfiles militares, elogios al franquismo y dosis de religión católica. Parte de esta técnicas estaban inspiradas en su admirado Heinrich Himmler, el hombre de confianza de Adolf Hitler) y gran teórico de la pureza de la raza aria. Uno de los grandes seguidores en la práctica de Himmler fue el sanguinario Josef Mengele, médico de la SS alemana. Mengele llevó a cabo horribles experimentos con presos de los campos de concentración nazi. Luego a estos reclusos los enviaba a la cámara de gas. De ahí el sobrenombre de Antonio Vallejo-Nágera del 'Mengele español'.

Las actuaciones de Antonio Vallejo-Nágera le valieron el sobrenombre de 'el Mengele español'.

 

Inferioridad mental de los rojos


Y es que Vallejo-Nágera fue un aventajado alumno de Mengele. Dejó escrito que su objetivo era el de “multiplicar los selectos y dejar perecer a los débiles, los rojos”. Los consideraba “mentalmente inferiores y peligrosos en su maldad intrínseca”. Defendió separar a los hijos de los marxistas de sus padres para “liberar a la sociedad de una plaga tan temible” y pensaba que era necesario crear un Cuerpo General de Inquisidores para vigilar las pautas de la segregación.

 

Las mujeres, seres inferiores


Pero las mujeres también eran consideradas por este loco psiquiatra como inferiores. Según Luis Miguel Sánchez Tostado en los estudios sobre las mujeres incluían detalles íntimos sobre cómo y cuándo habían sido desfloradas. Vallejo-Nájera mantenía que las mujeres republicanas tenían muchos puntos en común con animales y niños, y las situaba como seres débiles mentales, infantilizados y primarios. Justificaba la participación de las mujeres republicanas en política por el deseo de satisfacer sus apetencias sexuales.

 

¿Se siente heredera de estas prácticas Pilar Gutiérrez?


Tras la caía del régimen nazi y derrotados el fascismo en Europa, Franco reculó y dejó en lugar secundario las teorías siniestras de este Mengele ibérico. La pregunta que cabe hacer ahora es ¿las declaraciones racistas y los discursos xenófobos de la nueva ultraderecha española ¿están encardinadas con las teorías de Vallejo-Nágera? ¿Bebe la ultraderecha española, con diputados y pactos de gobierno, en las fuentes de este psiquiatra franquista admirador de los nazis? Y por último, su sobrina-nieta, Pilar Gutiérrez Vallejo, que ha afirmado que como psicóloga "aplica su carrera a todo lo que hace porque sin unas dotes de terapeuta” ¿se siente heredera de estas prácticas supremacistas y más propia de los degenerados nazis?