Victoria Álvarez tomó la decisión de denunciar las ilegalidades cometidas por los Pujol, sobre todo los viajes que hacía la familia al extranjero con dinero negro para sacar parte de su fortuna del territorio español con destino a Suiza o Andorra principalmente. Pero todo esto ha tenido un precio y ahora ha decidido hacer un crowdfunding y ha cargado contra la que consideraba su amiga, la ex líder del PP catalán Alicia Sánchez-Camacho.

Se difundió una grabación en los medios de comunicación durante una comida en el restaurante La Camarga de Barcelona entre ella y Sánchez-Camacho. En esta filtración, la expareja de Pujol Ferrusola sostiene que la única que no sabía que estaba siendo grabada era ella. Una versión que le ha costado admitir, pues al principio sospechaba que era su amiga el objeto de la grabación.

La traición

Ahora se siente defraudada y traicionada por la persona a la que consideraba su amiga. Siempre defendió la lealtad de Alicia Sánchez-Camacho. Incluso, por este motivo, se enfadó con su padre que falleció meses después y del que no pudo despedirse precisamente por su función de escudo de la política popular.

Álvarez sentencia que se siente utilizada por el Partido Popular, una fuerza de la que se sentía parte. De hecho asegura que "yo estaba afiliada y ha sido mi partido el que me ha fallado". Insiste en que la grabación fue un encargo de los detectives de Método 3 y en este 'operativo' estaba involucrada su 'amiga' y el exsecretario del PSC José Zaragoza, aunque también vincula a Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien acusa de tener conocimiento de la grabación.

Tras todo este embrollo, Álvarez, en declaraciones a La Vanguardia, intentó hablar con el Partido Popular para reunirse con Albiol, pero "pasan de mí". Así ocurre también con Ciudadanos y con Societat Civil Catalana. Nadie acudió a su llamada de socorro. Pero además, reconoce al medio catalán que también llamó "recientemente" a la puerta de Vox, pero también "me han dado de lado". Álvarez sostiene que "son todos una panda de sinvergüenzas" y arguye que nadie en España "se quiere mojar" con la corrupción, lo que considera el germen del país.

El 'crowdfunding'

Álvarez ahora reconoce que busca este sistema de financiación para hacer frente a una deuda que le reclaman las aseguradoras de 7.000 euros, que le ha supuesto el embargo de todos sus bienes, incluidos "casa, coche, moto y las cuentas corrientes". Arguye, por último, que su objetivo sigue estando en la lucha contra la corrupción.