Si hay apuestas sobre qué corriente triunfará en la delegación madrileña de Podemos, en Valencia parece que alguien pensaba que todo el pescado está vendido. No es la primera vez que se escuchan voces discrepantes con el sistema ‘abierto’ online y telemático para dilucidar una votación elegido por la dirección del partido morado pensando en la transparencia.

Uno de los últimos ejemplos se vivió en Galicia donde, si bien la militancia apostó por una cuestión (concurrir con En Marea pero sin formar un partido instrumental) en la consulta, finalmente se optó por esta vía, a pesar de las quejas iniciales ahora tapadas por el fervor de la batalla electoral.

Ahora, la bomba salta en Valencia, donde se ha denunciado el sistema de renovación de la cúpula de València en Comú. Pero la denuncia no es un grito público para intentar hacer ruido; ni mucho menos. Tiene forma de querella y se ha presentado ya ante el juez por un presunto fraude masivo en el censo electoral.

Una misma IP

Según los detalles que ofrece la propia formación a través de un comunicado publicado en su página web es que “desde una misma IP se ha producido el registro de ochenta y tres votantes mediante el uso de datos falseados obtenidos, presumiblemente, de una lista de personal interino de la Junta de Andalucía disponible públicamente en internet, utilizando para ello documentos acreditativos de la vinculación con Valencia manipulados y números de teléfono virtuales, adquiridos en internet”.

“Identidades suplantadas”

Este pucherazo electoral en toda regla, continúa la formación que dirige Mireia Biosca, ha llevado a València en Comú a denunciar ese “empleo de identidades suplantadas en un proceso electoral interno, sin entrar en la valoración de las finalidades perseguidas, ni en los posibles efectos en el resultado de la votación. Esta acción puede tener por fin influir en el resultado del proceso o desacreditarlo técnica y políticamente. A priori, no podemos saber cuál de las dos cosas es la que pretendían los autores”.

Sin embargo, este último punto, tal y como señalan este sábado medios locales, podría tener nombres y apellidos: Vicente Germán Polo y Judith Jiménez, ambos integrantes de los círculos de Podemos en la capital valenciana.

Teléfonos en Rusia

La propia organización que ha denunciado estos supuestos ‘pucherazo’ detectando el voto de supuestos militantes que, en realidad, conducían a números de teléfono localizados en Rusia. Ante la situación creada se compromete el partido morado tras reconocer que es un “duro golpe”, a trabajar para “construir una organización fuerte, abierta y transparente que esté al servicio de la gente”.

No es la primera vez que existen dudas acerca de la poca claridad del sistema elegido para resolver las consultas en el seno de la formación que dirige Pablo Iglesias, si bien, por ahora, parece que no hay un atisbo de cambio.