A José Luis Peñas la vida le cambió hace nueve años cuando oyó una conversación telefónica de Francisco Correa hablando de un pelotazo en Arganda del Rey. En ese momento no tenía ni idea del alcance de la trama delictiva que él intuía en ese momento entre el empresario estrella del PP madrileño y algunos dirigentes del partido. Se armó con un dispositivo de grabación oculto y durante dos años fue recopilando pruebas que dieron lugar a la denuncia que inició el caso de corrupción política más grande de este país y que ha llegado a sentar en el banquillo al propio PP como responsable a título lucrativo.

En 2009 nos concedió su primera entrevista a un medio de comunicación y ya entonces dijo lo que ahora repite: "Mariano Rajoy es el principal responsable de la Gürtel, lo supo y no hizo nada", explica indignado. "Cuanto menos, tenía que haber declarado en el juicio como testigo, para que se le pudiera preguntar por qué echó a Correa de Génova cuando tuvo constancia de sus prácticas "ilegales" y no acudió a la Justicia, subraya. En su opinión, si el presidente del Gobierno en funciones no ha ido a declarar es porque, en este caso, hay determinadas "líneas rojas" que los jueces no se atreven a traspasar.

Se enfrenta a seis años de cárcel

Pese a ser el denunciante de la trama, ha sido procesado en el macrojuicio Gürtel por malversación, prevaricación, cohecho y falsedad documental. La fiscalía pide para él 6 años y 5 meses de cárcel. Peñas desmiente rotundamente ser un arrepentido. "Yo no pedí nunca un trato de favor, fui a la Policía con una denuncia y con dos años de pruebas", argumenta. "Decidí el camino más peligroso para mí y para mi familia, y el que sabía que la mayor parte de la gente no lo iba a entender", aclara.

Lo peor de todo, dice, han sido las amenazas recibidas. "Me han escupido, me han insultado, y personas mayores de una cierta edad. Pero lo peor fue cuando provocaron un accidente de coche a mi mujer, la sacaron de la carretera y por la noche llamaron diciendo que la próxima vez se caería mi mujer y mis hijos de un sitio más alto". Aseguro que todo ello, lejos de amedrentarle, aumentó la determinación de que lo que había hecho era lo correcto.

Tras las amenazas la Policía le ofreció protección, pero la rechazó. Cree que sólo buscaban que se retractara. ¿Y de dónde venían estas amenazas mafiosas? "Ocho de las 15 mayores empresas del Ibex del ladrillo han caído con la Gürtel, estamos hablando de miles de millones de euros y claro que venían de ese entorno, esas acciones tan peligrosas, aunque no se ha podido demostrar".

Los regalos de Correa

Entre las pruebas de cargo contra él figuran tres viajes supuestamente regalados por Correa y un mini, también cortesía de la trama. Él asegura que pagó sus viajes y justifica que el mini estuviera a su nombre "por hacerle un favor" al propio Correa. Argumenta que en ese momento estaba recopilando pruebas contra él y necesitaba ganarse su confianza. También reconoce que recibió dinero de él, pero porque se ofreció a financiar el partido político que montó con Juan José Moreno Alonso, procesado también en el caso, cuando ambos fueron expulsados del PP.

Conoció a Correa el día de su boda. Fue un invitado de compromiso ya que su entonces jefe, el flamante alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, otro de los procesados, le instó a que lo hiciera. Le regaló un viaje a Isla Mauricio de seis días. No le extrañó esa generosidad: "Se lo pregunté a Guillermo y me explicó que tenía una agencia de viajes y que como iba a trabajar con su mujer, quería estar a bien conmigo. Además era multimillonario, me dijo. Es como si te hace un regalo Amancio Ortega. Ahora le vemos con la foto de la cárcel pero en aquel momento, todos los que teníamos un puesto en el Partido Popular sabíamos que era mucho más que muchos ministros".

Peñas se siente muy "orgulloso" del servicio que ha dado a este país. Aunque le "duele" que sus hijos le vean como un procesado, está convencido de que el tiempo pondrá las cosas en su sitio.