FInalmente, y tras muchas idas y venidas en la mesa de negociación, el Consistorio se ha conformado con mayoría de votos para José Luis Martínez Almeida para encabezar Madrid los próximos cuatro años. El popular no lo ha tenido fácil. La aritmética hacía presagiar que Manuela Carmena cedería su puesto como regidora en favor del candidato del PP, pero las negociaciones se han paralizado en muchos momentos por las continuas exigencias de sus socios. 

Tanto es así que Vox no ha dudado en repetir de forma reiterada que estaba dispuesto a entregar la alcaldía a la dirigente de Más Madrid si no se les tenía en cuenta. La situación enquistada con Ciudadanos no era bien recibida por los ultras, que se negaban a aceptar la fórmula andaluza. 

Así las cosas, Almeida y su núcleo central han tenido que reunirse hasta altas horas para conseguir llevar adelante un entendimiento sobre la bocina. Documento firmado en paralelo con Ciudadanos, nombrando a Begoña Villacís vicealcaldesa de la capital, y con Vox, con quienes han cedido otorgando puestos ejecutivos (falta saber qué responsabilidades tendrán) y han conseguido ganar el rédito de sus socios en un pacto global que incluye medidas como la eliminación de Madrid Central. 

Toda la primera plana del PP se ha mostrado visiblemente contenta con el papel ejercido como nexo de las negociaciones. Esperanza Aguirre ha dicho que "Vox es un partido profundamente constitucional", Díaz Ayuso se ha alegrado de que la decisión de los madrileños haya primado en la mesa de negociación y  Pablo Casado se ha mostrado "muy satisfecho".

El bastón de mando recae en la figura de Almeida, apuesta personal de Casado y hombre fuerte del partido. Madrid fue la salvación, la ciudad que templó los ánimos internos del partido, muy críticos con la gestión de su líder y con el acercamiento de la formacion a la extrema derecha. 

Ciudadanos extraerá a cambio grandes municipios de la Comunidad de Madrid. Vox, sin embargo, ha conseguido su objetivo: tener mando en plaza a nivel global, extender su marca y afianzar un proyecto relativamente nuevo. En pie la bancada de la derecha, Almeida ha recibido la ovación sonora de sus socios y el gesto de aprobación de Pablo Casado desde la tribuna

Madrid vuelve a teñirse de azul.