El PP pretende impulsar una medida que blinde de la expulsión, al menos de forma momentánea, a todas las inmigrantes que quieran dar a sus hijos en adopción. La información fue publicada en exclusiva por el diario El Mundo y ha sido replicada por todas las cabeceras de índole política a nivel nacional. Ante la alarma que ha suscitado, el equipo popular se ha visto en la encrucijada de seguir recibiendo críticas en plena campaña preelectoral -con el descrédito resultante de las mismas- o dar un paso atrás.
Sin embargo, Pablo Casado ha encontrado un término medio. En su intervención en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, a la que ha acudido para recibir un premio como mejor comunicador, ha optado por cargar contra los medios de comunicación. En especial contra El Mundo por dar voz a una noticia que el dirigente popular considera una fake new.
Jorge Bustos, director de opinión de susodicho noticiario, no ha tenido reparo en contestar a las palabras de Pablo Casado en el plató de 'Al Rojo Vivo' (laSexta). Ante la pregunta de Antonio García Ferreras, conductor del programa, Bustos ha dado un paso al frente: "Criticar al equipo de El Mundo es criticar al equipo de Pablo Casado. Está atacando a su propio equipo. Si las fuentes internas del Partido Popular nos han contado que esa noticia es así, tal y como ha remarcado Cuca Gamarra, ¿por qué dice que estamos mintiendo?".
Bustos, colaborador habitual del programa de debate, se ha quejado abiertamente de la postura adoptada por el líder popular: "Es imposible sostener una cosa y la contraria en la misma intervención. A mí lo que me preocupa es que se culpe a los medios de comunicación de un 'patinazo' propio". Además, el periodista ha presumido de mantener una postura neutral a lo largo de la tertulia, ya que desde el principio suponía que todo sería un error de comunicación popular: "Lo has confirmado y luego tratas de desmentirlo. Yo me negaba a creer que defendieran una postura tan salvaje", remarcaba Bustos.
Una guerra en directo entre el periodista, que ha defendido el papel de los medios, y el político que, ahogado ante la crítica, lejos de entonar el mea culpa, ha decidido subirse al escenario y dar una lección de moral a los comunicadores y adversarios políticos huyendo hacia adelante.
