Si uno va hoy a Ecuador, se encontrará que el tema de conversación que manda es el partido inaugural del Mundial que enfrentó a su equipo, precisamente con el anfitrión, la selección qatarí. Había miedo y reservas en el país ecuatoriano a que la tradición mundialista perdurara y el equipo que organiza la competición doblegara al suyo. Pero no fue así. Y no lo fue porque un gran jugador, Enner Valencia, hizo un doblete y le endosó dos goles al equipo árabe.

De inmediato, al finalizar el partido, desde Quito a Guayaquil, los aficionados salieron a la calle para festejar tan buen comienzo y todos al grito de ¡Enner, Enner! El delantero del Fenerbahçe S. K. de la Superliga de Turquía, Enner Remberto Valencia Lastra, que ya era una referencia deportiva en su país, dio un salto más en su popularidad para convertirse en ídolo y mito ecuatoriano.

Durante el partido contra los cataríes, Valencia tuvo un percance que le hizo salir del campo en una especie de lesión que, afortunadamente, no revistió mayor importancia que la de un lance duro del juego. Pero esa imagen recordó a otra, menos heroica, de la biografía del futbolista nacido en San Lorenzo. Este episodio sucedió hace seis años cuando Enner salió en camilla durante el transcurso de un partido. Lo cierto es que Valencia fingió tener una lesión grave con el objetivo de huir de la policía ecuatoriana que lo esperaba al final del derbi para arrestarlo acusado del impago de la manutención de su hijo.

El héroe del estadio Al Bayt jugaba en 2016 en el estadio Atahualpa de Quito un partido de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 ante Chile. En el segundo tiempo, Ecuador vencía al combinado chileno por 3-0. En un momento determinado, Valencia se dejó caer fingiendo una grave lesión.

Huida en ambulancia y con mascarilla… pero detenido

Valencia, que en esas fechas era jugador del Everton en la Premier League, tenía una orden de detención de la justicia ecuatoriana por supuestamente no pagar la pensión alimenticia de su hija a su expareja. Conocedor de que la policía se había desplazado al estadio para proceder a su arresto a la finalización del partido, fingió una grave lesión para ser trasladado en ambulancia luego que el coche camilla lo sacara del campo. Pretendía escapar de esta forma a la policía. Para ello no dudó en fingir serios gestos de dolor, llegando a pedir y usar incluso una mascarilla de oxígeno durante el trayecto en el que la ambulancia lo transportaba a los vestuarios.

Ninguna lesión

No le sirvió para nada el rocambolesco plan. Casi a la carrera. No llegó muy lejos la ocurrencia de Valencia pues a la carrera, la policía ecuatoriana lo alcanzó. La sorpresa surgió cuando una vez llevado al hospital, los sanitarios le dicen a la policía que nada de nada de lesión.

Revocación de la justicia

El final en todo caso pues la justicia se apresuró en dictaminar, pocas horas después, la revocación del apremio que pesaba sobre Enner Valencia, derivado de una alegación presentada por su abogado de manera rápida. De esa manera, la orden de detención quedó invalidada. Si en aquella ocasión Enner Valencia recibió muchas críticas por su actitud y falseamiento de la lesión, con huida incluida, hoy en Ecuador si dices su nombre, te contestan que ya es un mito para la historia del deporte nacional Y es que, en el fútbol, como en tantas otras cosas de la vida, se puede pasar de héroe a villano en poco tiempo.