El derrumbe en la noche del martes de un hotel en la ciudad de Kröv, en el suroeste de Alemania, ha provocado la muerte de dos personas y heridas en al menos otras siete, según informan las autoridades locales que han acudido al rescate.

Jörg Teusch, inspector de incendios y catástrofes del distrito de Bernkastel-Wittlich, donde se encuentra la ciudad del suceso, informó a los medios de comunicación en una rueda de prensa de que los fallecidos son un hombre y una mujer. “Pusimos en marcha un dispositivo masivo”, dijo el inspector al aludir al despliegue de las autoridades.

Gracias a esos trabajos desarrollados por los servicios de emergencias locales, se ha podido rescatar a cuatro de las siete personas que quedaron con vida bajo los escombros. Esos cuatro rescatados presentaban tan solo alguna herida leve, mientras que las tres personas que aún quedaban atrapadas entre los escombros podrían presentar graves heridas, según asegura Teusch.

“Tenemos que proceder con cuidado porque la estructura del edificio es como una carta de naipes, cuando uno tira una carta puede derrumbarse todo”, afirmó el inspector en esa rueda de prensa, quien apuntó que la recuperación de los atrapados puede durar aún varias horas más.

Según un comunicado emitido antes de la rueda de prensa por parte de la Policía, el siniestro se produjo en la noche del martes por motivos que aún no se conocen y precisamente cuando en el edificio se encontraban catorce personas. Cinco de ellas pudieron abandonar el edificio del hotel totalmente ilesas, mientras que las otras nueve quedaron atrapadas bajo los escombros.

Según Teusch, entre los atrapados se encontraba una familia con un niño de dos años, que ya figuran entre las personas rescatadas por los servicios de emergencias y se encuentran fuera de peligro.

Además, 31 personas fueron evacuadas de la zona próxima al hotel derrumbado, según la Policía, que informó de haber desplegado hasta el lugar de los hechos un dispositivo compuesto por 250 personas, entre agentes, sanitarios y especialistas.

Kröv, conocida por ser una localidad vacacional, a penas cuenta con poco más de 2.000 habitantes residiendo allí durante todo el año, aunque durante el verano su población se puede llegar a multiplicar exponencialmente con la llegada de personas de las grandes ciudades colindantes que deciden este punto del país para tomar unos días de descanso en esta época estival.

“La Policía pide a los ciudadanos que no circulen por la zona que rodea el pueblo de Kröv, ya que la carretera que atraviesa el pueblo está cerrada y también habrá obstáculos y cierres de tráfico más adelante”, precisó el comunicado de la Policía momentos previos a la rueda de prensa del inspector donde se detalló en mayor profundidad la realidad de la tragedia.

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