Pedro Sánchez ha iniciado su visita a la República Popular China con una batería de encuentros de marcado carácter político y económico que ha arrancado en Pekín con la inauguración del Foro Fundación Consejo España-China. Un primer evento que ha seguido con la visita al Consejo Asesor Empresarial en la sede del Banco Industrial y Comercial del país asiático y con múltiples encuentros con máximos representantes de la administración china.

Es el caso, por ejemplo, del primer ministro Li Qiang, con quien el líder del Ejecutivo ha mantenido una conversación cordial, aseguran fuentes oficiales, en el Gran Palacio del Pueblo de la Plaza de Tiananmén. El ambiente ha sido agradable y ha precedido a las reuniones bilaterales con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, en el Palacio de Diaoyutai.

Reuniones de alto nivel, con un marcado carácter económico por la importancia de las relaciones bilaterales de ambos países, en las que Pedro Sánchez ha trasladado que “España quiere seguir estrechando sus relaciones con China para dar pleno contenido a nuestra Asociación Estratégica Integral”, como él mismo ha confirmado a través de las redes sociales tras verse con Li Qiang. “Queremos tender puentes para defender juntos un orden comercial justo, en el más escrupuloso respeto del marco multilateral y manteniendo nuestros mercados abiertos, que permita crecer a nuestras economías y beneficiar a nuestras industrias y ciudadanos”, ha proseguido.

Una agenda con tono “positivo” en la que, no obstante, también ha habido tiempo para hablar de la guerra comercial que pende sobre un hilo entre España, como país europeo, y China por cuestiones como el coche eléctrico o el sector porcino. Sobre estas cuestiones, de máxima relevancia comercial, el presidente ha reclamado calma y templanza para evitar un enfrentamiento que no sería beneficioso para nadie.

Se trata de la segunda visita del presidente español a China en apenas año y medio -la última tuvo lugar en marzo de 2023-, lo que desde el Ejecutivo entienden como una muestra de confianza por parte de los interlocutores chinos que podría ser sintomática con la voluntad de invertir en empresas españolas y campos estratégicos. No es baladí que la delegación española, además del cuadro político, esté compuesta por un amplio número de empresas interesadas en estos posibles nuevos campos de negocio bilaterales.

Ya de forma previa, fuentes oficiales del Gobierno que habían marcado la extensa agenda que el presidente tendrá durante estos tres días de gira, hablaban de un importante carácter económico en esta visita. Para ejemplificarlo, además, enumeraban una serie de cifras que plasmaban blanco sobre negro la importancia de seguir reforzando los lazos comerciales: España y la República Popular China tienen una relación comercial cifrada en 50.000 millones de euros anuales, actualmente existe un stock de inversiones de 10.000 millones y 5.000 millones de inversiones españolas en China.

Tres objetivos

Además del plano internacional, con la guerra de Ucrania tocando a las puertas de Europa, la situación en Oriente Medio y en el Sahel o la guerra comercial que actualmente existe entre Europa y China por cuestiones como el coche eléctrico o el porcino, España acude a esta gira con tres objetivos principales: mantener el impulso político de la relación bilateral, reforzar los lazos económicos (el presidente estará acompañado de una amplia delegación empresarial española) y, por último, poner sobre la mesa la importancia de ayudar a sectores como el científico, el educativo y el cultural en España. 

El viaje se desarrollará en dos destinos: primero en Pekín, donde el presidente del Gobierno ya se encuentra reuniéndose con importantes mandatarios del Gobierno de la República Popular China y del politburó, y posteriormente en Shanghái, donde el peso de la visita recaerá en las relaciones empresariales, las posibilidades de inversión y la economía.

De hecho, una vez Sánchez arranque su segunda jornada, ya en Shangái, el presidente intervendrá en la inauguración del Encuentro Empresarial EspañaChina, en el hotel Shangri-La Pudong. A partir de las 11:30, el jefe del Ejecutivo español llegará a la inauguración del Instituto Cervantes de Shanghái, en la actual Biblioteca Miguel de Cervantes e intervendrá en el acto. A las 15:00, Sánchez se verá con el secretario general del Partido Comunista Chino en Shanghái, en el Old Bund Building, en una reunión que no durará más de 45 minutos porque a las 15:45 está programada su llegada a la sede central del grupo Envision, en One East Plaza, donde también intervendrá. Por último en la segunda jornada, a las 17:00, Sánchez estará en el campus sinohispánico e incubadora de empresas de la universidad Tongji, donde hará otra intervención.

El tercer y último día será el más distendido para Sánchez, en tanto que solo tiene dos actos programados: la visita al cluster tecnológico de Kunshan, donde intervendrá a las 10:00 horas, y una comparecencia ante los medios a las 11:30, donde previsiblemente resumirá los puntos más esenciales de todo el viaje.

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