Vladímir Putin nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado -hoy San Petersburgo- en el seno de una modesta familia. Su padre, Vladímir Spiridónovich Putin era un antiguo oficial de la Marina Soviética, y su madre, María Ivánovna Pútina, trabajadora en una fábrica.​Sus dos hermanos mayores, nacidos en los año 30, fallecieron; poco después de su nacimiento y el otro pocos meses de nacer, y el segundo de difteria durante el asedio de Leningrado.

Desde adolescente practicó el judo y sambo (deporte de combate y sistema de defensa propia desarrollada en la antigua Unión Soviética), aficiones ambas que aún mantiene.

Se licenció en derecho en 1975 en la Universidad de Leningrado siendo alumno del que después sería alcalde de la ciudad y su mentor, Anatoli Sobchak. Su tesis versó sobre la política de Estados Unidos en África.

Teniente general en el temido KGB soviético

Tras graduarse inició su vida profesional dentro de la Dirección de la Inteligencia Exterior del Comité de Seguridad del Estado, el temido y poderoso KGB donde alcanzó el rango de teniente general. Aunque en su currículum figura que en los 70 trabajó en Alemania, algunas informaciones especulan con el hecho de que pertenecía a los servicios de disidencia interna, el Quinto Directorio del KGB. La temida KGB fue la agencia de inteligencia y de policía secreta de la Unión Soviética de marzo de 1954 a noviembre de 1991.

Fotografía de un joven Vladimir Putin.

Enviado a Alemania Oriental

En 1985, año en el que concluyó sus estudios en la Academia de Espionaje, fue enviado a la Alemania Oriental, donde sirvió en Dresde, pero tras la caída del Muro de Berlín y el comienzo de la reunificación alemana fue reclamado para volver a Leningrado como asesor de asuntos exteriores del rector, Stanislav Merkúriev. Fue este quien le puso en contacto con Anatoli Sobchak, quien se convertiría en su mentor político. También fue vicerrector adjunto de relaciones internacionales de su Universidad.

Sobchak y Chubais, padrinos políticos del joven Putin

Con la caída del Muro de Berlín comienza el desmembramiento de la URSS y Putin es nombrado asesor del Presidente del Consejo Municipal de Leningrado. Se responsabiliza de asuntos municipales durante la etapa en la que fue alcalde su antiguo profesor, Anatoli Sobchak, considerado abiertamente liberal. Vladímir Putin entró en relación con Anatoli Chubais, "padre" de las privatizaciones y responsable de la economía rusa. Sobchak y Chubais fueron dos personajes muy activos en Rusia tras la desintegración del imperio soviético. Ambos fueron muy importantes en el impulso de la carrera política de Putin.

A partir de 1993, Sobchak comenzó a delegar la alcaldía a Putin cuando se ausentaba por viajes a al extranjero. En marzo de 1994 es nombrado vicealcalde primero de Leningrado.

Colabora con Nuestra Casa Rusia, nuevo partido de derechas

En 1995 dirigió la campaña electoral del partido Nuestra Casa Rusia fundado en 1995 por el entonces primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin. Fue hasta su desaparición a mediados de la década de 2000, un movimiento liberal con el objetivo de reunir a más partidarios del gobierno reformista tecnocrático (de derechas). Contó con el apoyo de Boris Yeltsin junto con numerosas grandes instituciones financieras como la Asociación de bancos rusos y grandes empresas como Gazprom. Putin también dirigió la campaña para la reelección a la alcaldía de San Petersburgo de Anatoli Sobchak, pero dimitió de su cargo tras la derrota en las urnas de este último.

Se instala en Moscú

Tras ese fracaso electoral Putin se afinca en Moscú. En la capital rusa tuvo cargos cercanos al presidente Boris Yeltsin como vicedirector del Servicio Administrativo y Técnico del Presidente de la Federación Rusa de1996 a 1997; jefe de la Dirección General de Inspecciones del Presidente y vicejefe del Gabinete de la Presidencia en 1997 y 1998. En ese mismo año ascendió a primer vicejefe de la Presidencia. En julio de 1998 fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad (SFS), la más poderosa de las cuatro secciones en la que quedó organizado el KGB. Compartió esa responsabilidad con la de Secretario del Consejo de Seguridad.

Primer ministro de Rusia y Miembro de la “Familia”

El 9 de agosto de 1999 Boris Yeltsin, presidente de la Federación de Rusia lo nombra  primer ministro. Vladimir Putin era un fiel seguidor de Yeltsin e integra con su nombramiento lo que se denominaba como la “Familia", nueve personajes del Kremlin constituyentes del núcleo duro de Yeltsin. En ese círculo se integraban la mujer del presidente y su hija, el jefe de la administración presidencial Alexander Voloshin, el ex periodista Valentin Yumashev, el portavoz del Kremlin Dmitri Yakushkin, Anatoli Chubais y los financieros Boris Berezovsky y Roman Ambramovich. Dentro de ese grupo Putin ya se mostraba como un personaje duro y de talante autoritario. Lo evidenció rápidamente decretando el estado de excepción por el conflicto en el Cáucaso.

Cruel en sus decisiones: Del Teatro Dubrovka de Moscú a la escuela de Beslán

En la primera presidencia de Putin sucedieron una serie de atentados terroristas que culminaron con la toma de rehenes en el Teatro Dubrovka de Moscú en octubre de 2002. El incidente se saldó con más de un centenar de muertos ya que en la operación de rescate ordenada por Putin se usó un gas mortífero.

Ese tipo de acciones expeditivamente violentas de Putin se repitió seis meses después de ser reelegido con la crisis de los rehenes de la escuela de Beslán. Sucedió el 1 de septiembre de 2004 y se convirtió en una auténtica masacre cuando un grupo islamista de 30 personas armadas asaltó un colegio de Beslán, en Osetia del Norte, tomando como rehenes a 1181 personas, en su mayor parte niños. El “rescate” protagonizado por las fuerzas de seguridad rusas con un tiroteo entre los secuestradores y la policía, dejó un balance de 334 muertos (186 de ellos niños) y más de 700 heridos.

Cambios en la elección de los diputados de la Duma

En esta segunda etapa de Putin también se modificó la Duma Estatal. Se trata de la cámara baja del parlamento ruso, el organismo que tiene más poderes ya que todos los proyectos de ley deben ser aprobados por esta aunque las leyes pueden ser vetadas por Putin. El dirigente ruso hizo que la Duma pasara a elegirse exclusivamente por listas, es decir, por el sistema proporcional, eliminándose la representación territorial. Elevó el mínimo para lograr representación del 5 al 7 %. También prohibió a los partidos unirse en bloques electorales y la presencia de observadores rusos individuales.

Otro caso polémico fue el de la condena, en mayo de 2005, del magnate Mijaíl Jodorkovski a 9 años de prisión. El proceso contra el empresario petrolero fue un ejemplo notorio del uso arbitrario de la justicia para eliminar la disidencia contra el Kremlin. Jodorkovski se pudo en la diana tras financiar personalmente a la oposición a Putin.

En agosto de 2008 dio comienzo la guerra de Osetia del Sur. Putin ordenó una ofensiva contra Georgia que fue derrotada rápidamente. Ello conllevó La consecuencia fue el reconocimiento inmediato de Rusia de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Aunque le atribuyen al presidente Medvédev la responsabilidad de lo sucedido, lo cierto es que Putin tuvo un papel protagonista y decisorio en el conflicto al respaldarlo en todo momento.

El 7 de mayo de 2011 asume su tercer mandato por seis años y con posibilidad de ser reelegido por otros tantos. Venció en la primera ronda de las elecciones del 4 de marzo de 2012. Obtuvo una contundente victoria en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición.

Multas millonarias por organizar mítines

Un año después, el miércoles 6 de junio de 2012, la Duma Estatal aprobó una polémica ley que, entre otras medidas restrictivas de las libertades cívicas, endureció las condiciones para celebrar mítines y actos políticos en Rusia. Las infracciones en los actos públicos de carácter político pueden recibir sanciones de 300 000 rublos (cerca de 7500 euros) para las personas físicas y de hasta un millón de rublos para las jurídicas. Según El País, “el documento deja el concepto de infracción a merced de interpretaciones subjetivas susceptibles de ser manipuladas políticamente. Además, que la oposición juzga anticonstitucionales. La ley genera contradicciones e interferencias en el código procesal administrativo, por cuanto introduce los trabajos forzosos como posible penalización a las infracciones…”.

Durante las protestas del Euromaidán Putin ordenó ocupar la península de Crimea lográndolo el 2 de marzo de 2014. ​Catorce días después se organizó un dudoso referéndum en el que, según fuentes oficiales, el 93 por ciento de los ciudadanos de Crimea habrían decidido escindirse de Ucrania y unirse a Rusia. Fue una consulta sospechosa cuestionada por la inmensa mayoría de los países.​ Esto conllevó, como ahora en la guerra en Ucrania, que la Unión Europea y Estados Unidos reaccionaran con duras sanciones económicas a Rusia lo que generó una gran devaluación del rublo.

Dos hijas, una ex esposa y una novia 30 años más joven que Putin

Putin no bebe alcohol, es abstemio. Practica la lucha rusa (sambo) y el judo desde su infancia. También juega al tenis y practica esquí. Habla ruso, alemán e inglés. Es muy celoso de que se conozca su vida privada. Rechaza mostrarse en público, relacionarse con la prensa y conceder entrevistas. Todo ello unido a su pasado como espía de la KGB, ha generado mucho desconocimiento sobre su persona.

Estuvo casado, desde1983  hasta su divorcio en 2014 con una ex profesora, Liudmila Shkrébneva, a la que conoció cuando ella estudiaba filología española. De ese matrimonio son sus dos hijas, María y Yekaterina Vladimirovna Pútina, de 37 y 36 años respectivamente.
Desde 2010 Putin convive con Alina Kabayeva una excampeona mundial de gimnasia rítmica que también fue modelo. Ella, 30 años más joven que Putin que tiene 69, es considerada como la primera dama rusa en la sombra. El dictador ruso la nombró diputada junto a tres atletas más y una bailarina del Bolshoi para representar a su partido, “Rusia Unida”. Reiteradas informaciones constatan que fruto de esta relación de Putin con la campeona olímpica, tiene un hijo en común, aunque el Kremlin lo desmiente reiteradamente. Sin embargo, en las redes sociales se publican constantemente fotos de Kabáyeva con un niño. Los medios oficiales rusos lo presentan, como un sobrino  de Alina.

La ex mujer de Putin, Liudmila, se casó en enero de 2016 con el magnate ruso, Artur Ocheretni, dueño de varios negocios inmobiliarios, de una editorial y accionista del gigante energético Gazprom y 20 años menor que la ex esposa del dirigente ruso. Entre las diversas posesiones de Ocheretni, figura un lujoso palacete en Biarritz de 450 metros cuadrados y un jardín de 5.000 metros cuadrados con piscina. La mansión le costó 7 millones de euros.

Limitación a las libertades y periodistas muertos

Putin ha recortado las libertades democráticas con decisiones tales como la designación a dedo de los gobernadores en provincias que antes se elegían por sufragio universal. También destaca las trabas que pone a la creación de nuevas ONG, excluyéndose a las filiales de ONG extranjeras. En su saldo negativo entra también el número de periodistas muertos durante sus gobiernos. Algunos de estos periodistas investigaban violaciones de derechos humanos en Chechenia o supuestos actos de corrupción estatal. El caso conocido fue el de la periodista Anna Politkóvskaya (La Rusia de Putin o El infierno de Chechenia). Politkóvskaya había avisado de que estaba siendo amenazada y que había sufrido tentativas de asesinato por envenenamiento. Fue asesinada el 7 de octubre de 2006 en el ascensor del edificio donde de su casa moscovita.

El envenenamiento de Litvinenko

Otro asunto polémico fue el del envenenamiento de Aleksandr Litvinenko, un exagente de los servicios secretos rusos que a la larga se transformó enemigo del gobierno de Putin. Refugiado en Londres y nacionalizado británico, Litvinenko fue envenenado con polonio-210 en Londres, donde se había refugiado y obtenido la nacionalidad británica. Las investigaciones del Reino Unido señalaban a otro ex agente que luego fue diputado, como el principal sospechoso por lo que se pidió su extradición. Rusia la denegó.

Como conclusión podemos dejar una cita del historiador estadounidense Timothy Snyder, en su libro El camino hacia la no libertad. En la obra Snyder pone sobre la mesa la gran influencia en las ideas de Putin del “fascismo cristiano” del pensador ruso Iván Ilyín.