Vladímir Vladimirvich Putin (7 de octubre de 1952) es el hombre de moda, y no precisamente para bien. El líder ruso mantiene en jaque a Europa y, muy especialmente a Ucrania, tras el estallido de la guerra que él mismo provocó el pasado mes de febrero. Las intenciones del líder ruso y la intolerancia a que el país de Volodimir Zelenski sea independiente parecen más que evidentes, pero son muchos los aspectos de la vida del máximo responsable del Kremlin que pueden ayudar a entender por qué Vladimir Putin ha tomado estos derroteros en los que abandera un lema mucho más nacionalista que comunista, pese a lo que algunos apuntan.

Claves de una vida misteriosa

Putin nace en Leningrado -actual San Petesburgo- en el seno de una familia humilde y en 1970 ingresa en la Universidad Estatal de la ciudad para estudiar derecho. Sin embargo, no es hasta principios de la década de los 90 cuando el líder de Rusia entra en política, después de haber pasado por las filas de la policía secreta de la Unión Soviética (la KGB).

De su vida personal no se conocen demasiados detalles. Si acaso, que en 1983 se casó con Ludmila Shkrébneva y que se divorciaron en 2014. De ese matrimonio nacieron dos niñas, pero tampoco se sabe mucho de ellas más allá de sus nombres (María y Katia) y su sus profesiones (médico e investigadora, respectivamente). También es presumiblemente conocido que tiene dos nietos.

Sin embargo, los secretos en torno a la familia del mandatario ruso son muchos, ya que se empeña en mantener una férrea protección y evitar la mirada de la opinión pública sobre su círculo más cercano. De hecho, tampoco se sabe quién es la madre de Putin, aunque hace unos meses salió una mujer que se postulaba como tal y que, según contaba, tuvo que abandonarle porque “su marido no le quería”.

Se trata de Vera Nikolaevna Putina, quien afirma ser progenitora del ahora hombre más famoso del mundo, sobre quien recuerda, “andaba como un pato” de pequeño. El responsable primero de Rusia pasó su infancia en un orfanato, pero habría conocido a sus padres. Además, y de ser cierta la versión de la longeva mujer, el padre de Putin estaba casado realmente con una persona estéril y su único objetivo era robarle el bebé. Sea como fuere, no son más que hipótesis que, parece, nunca se van a confirmar ni desmentir, máxime teniendo en cuenta que Putin, siempre a su apreciación, no tiene otra familia ni otra patria que Rusia.

Ascenso al poder de Vladimir Putin

En julio de 1998, Vladimir Putin comienza su ascenso al poder hasta alcanzar la figura internacional como la que se le conoce hoy. En este año es nombrado director del Servicio Federal de Seguridad, heredero de la ya mencionada KGB. 365 días después, su antecesor Boris Yeltsin lo nombra Jefe del Gobierno para ocuparse de la situación en Chechenia. En el 2000 gana las urnas con el 53% de los votos y ya en 2004 hace lo propio y es investido presidente por segunda vez.

No pudo presentarse a los próximos comicios por el cumplimientos de los plazos de tramos que exigía la Constitución, pero eso no le impidió formar parte activa de la política. De hecho, escogió a su sucesor: Dmitri Medvedev. Él mismo modificó la ley en 2021 para poder seguir en el cargo dos mandatos más de seis años, tiempo que un presidente ruso puede situarse en el poder. En otras palabras, Putin podría gobernar Rusia hasta 2036 si su salud, también en entredicho, se lo permitiera

Anexión de Crimea: uno de los momentos clave

Uno de los momentos en los que más responsabilidad ha tenido el presidente ruso tuvo lugar en 2014, con la anexión de Crimea. Pero, por partes. En 2013, el entonces líder de Ucrania, de carácter prorruso, Víctor Yanukovich, suspende un acuerdo de anexión con la Unión Europea, en contra de lo que reclamaba la mayoría de la población ucraniana.

El resultado es el aumento de una tensión progresiva en el país vecino del de capital en Kiev que obliga incluso a la salida del país por parte del presidente ucraniano. La situación se salda con un referéndum en el que el vence al no con el 97% de los votos. Tanto Occidente como la ONU lo califican de ilegal hasta el punto de que el G8 expulsa a Rusia del conjunto de países, pero el líder ruso ya había firmado el Tratado, manteniéndole así el pulso a los territorios del otro lado del mapa.

Actualmente la posición del mandatario de Moscú es muy clara: ni devolución de Crimea, ni a favor de la Unión Europea, ni de la OTAN, donde Ucrania ha pedido acceder con mayor insistencia tras la nueva anexión de varios territorios ucranianos parcialmente ocupados: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

Política interior de Vladimir Putin

El partido político del que forma parte Vladimir Putin es Rusia Unida, cuyo programa se basa en la “estabilidad política y socioeconómica”, así como el renacimiento del estatus de Rusia como superpotencia. El representante ruso se define a sí mismo como centrista y conservador, y abandera una política asociada a los valores rusos tradicionales y la idea de la identidad única rusa.

Un aspecto llamativo en el país es que la formación opositora no puede presentarse a las elecciones. Se trata del Partido del Progreso, después Rusia del Futuro, uno de los más críticos con Putin y capitaneado por Alexei Navalny.