En un escenario bélico, las mujeres se enfrentan a muchos más obstáculos y peligros que los hombres, Ucrania lo evidencia en estos momentos. La situación ha tomado dos direcciones opuestas: una, las mujeres que dejan atrás su vida para escapar del terror de Putin hacia las fronteras europeas y, segundo, las que deciden unirse a la lucha armada para defender la patria. No obstante, en ambos casos, sus derechos quedan relegados a un segundo plano. 

Desde que comenzó la ofensiva militar de Rusia el pasado 24 de febrero, han escapado del país más de tres millones de personas. "El 90% de la población refugiada que sale son mujeres, niños y niñas", clarifica el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Para conocer más a fondo el papel de las mujeres en la guerra, desde ElPlural.com nos hemos puesto en contacto con varias voces expertas para realizar un lienzo más exacto de los acontecimientos. 

En primer lugar, las consecuencias psicológicas se ponen de relieve ante una situación tan grave y delicada. "A las mujeres les afecta y les está afectando mucho tanto aquellas que se quedan en Ucrania y que están viviendo bajo la amenaza diaria de las bombas como las que han tenido que tomar el camino del exilio, separarse en las fronteras de sus esposos, de sus hijos mayores de 18 años y que inician solas el camino del exilio con sus hijos pequeños. De repente se convierten en madres, en padres, en cabeza de familia en una circunstancia en la que carecen de lo más básico para sobrevivir, en un nuevo país del que desconocen la lengua y la cultura y donde no tienen estructuras familiares o comunitarias de apoyo", expone María Jesús Vega, portavoz de ACNUR España. 

"La violencia contra las mujeres en situaciones de guerras o desplazamientos masivos de población es muy habitual y es esencial que se pongan medidas de protección para identificar personas vulnerables, campañas de información y alerta, espacios físicamente seguros para mujeres, medidas de prevención de riesgos de violencia sexual como espacios separados para mujeres y hombres o bien vigilados, bien iluminados, protocolos de acción, de denuncia y protección en caso de que se produzcan situaciones de violencia", todas estos puntos se encuentran dentro de la colaboración que ha realizado la organización junto con el Ministerio de Inclusión a través de un protocolo de actuación sobre violencia de género en el sistema de acogida.

Joven ucraniana llora arropada con la bandera de su país. EP
Joven ucraniana llora arropada con la bandera de su país. EP 

Prostitución y vientres de alquiler, la cruda realidad de las mujeres ucranianas

Tanto en los medios de comunicación como en redes sociales se viene denunciando los difíciles obstáculos y peligros a los que se están enfrentando las mujeres ucranianas al llegar a la frontera de su país, al igual que las que se quedan luchando o las que aún permanecen escondidas de los bombardeos en búnkeres. 

Durante todos los acontecimientos bélicos que se han sucedido a lo largo de la historia contemporánea, las mujeres han sufrido violentas situaciones como explotación o abusos sexuales desmedidos, lo que crea una imagen de retroceso hacia épocas pasadas. No obstante, la politóloga de UOC, Ana Sofía Cardenal, apunta a que se debe a una "continuación" de los hechos: “No es un retroceso, es una continuidad. Sabemos que durante la Segunda Guerra Mundial los casos más conocidos de violaciones se produjeron durante la ocupación rusa de Berlín y Alemania del Este. Se dan estas prácticas cuando hay guerras y, especialmente, en en algunas nacionalidades más que en otras”, explicaba también para este medio. 

En época de conflicto, las mujeres son objetivo, víctimas y territorio de guerra. "Siempre las mujeres, en los conflictos que genera el patriarcado, salimos perdiendo. En lo simbólico, a nivel mundial, las mujeres estamos en un momento bastante vulnerable y en situación de guerra irá a peor", expresa a ElPlural.com la activista feminista Pamela Palenciano. Por otro lado, asegura que sería un "gran éxito" que las violencias sexuales se considerasen también "crímenes de guerra", tales como se han tildado ya los ataques a los civiles que ha comandado Putin por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido este jueves.

Una refugiada ucraniana en República Checa
Refugiada ucraniana en República Checa. EP

En el mismo sentido se expresa la psicóloga y periodista Carme Freixa: "Ucrania, como el resto de países que eran repúblicas soviéticas, tiene mucha brecha de género, son países donde los explotadores sexuales se han aprovechado en muchos momentos de las condiciones de pobreza y miseria, es uno de los caladeros para los traficantes de mujeres para ir a buscar su mercancía, porque para ellos las mujeres son mercancía", esgrime, poniendo así el acento en los múltiples casos de prostitución y trata de mujeres que se han ido reportando desde el comienzo de la guerra.

Otro de los ejes que atenta contra sus derechos se centra en los vientres de alquiler, una vía a la que recurren muchas mujeres en Ucrania para escapar de la pobreza, mujeres que se ven abocadas a tener hijos por dinero y, después, desprenderse radicalmente de ellos. "Estos días hemos visto cómo estas clínicas que mercadean y personas que compran bebés han dicho ‘vamos a salvar nuestra mercancía, vamos a salvar nuestras compras’. Esto nos tiene que servir para darnos cuenta de lo que está pasando en el corazón de Europa, hay países donde la explotación reproductiva está legitimada", condena Freixa.