Destinar el 2% del Presupuesto del Estado a gasto en Defensa es un debate que forma parte de la política española desde hace una década, como lo fuera en su momento la entrada en la Alianza Atlántica (OTAN). Una generación ha crecido con este debate abierto, históricamente derecha a favor e izquierda en contra, y con España incumpliendo sistemáticamente el compromiso recogido en la cumbre de Gales de 2014. Once años después, inmersos en un contexto geopolítico internacional marcado por la guerra de Ucrania, ha sido un Gobierno de coalición progresista el que ha dado el paso, pero la OTAN quiere más.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tomado de forma unilateral la decisión de elevar en 10.471 millones las partidas destinadas a Defensa y dar cumplimiento así al objetivo del 2%. Los socios a la izquierda de los socialistas han puesto el grito en el cielo, aunque no han ido más allá de mostrar públicamente su descontento, y la derecha, si bien de acuerdo con el fondo, ha denunciado no tener más voz. El debate parecía haberse enfriado; sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha cambiado el tablero y la OTAN exige ahora un 5% de gasto con vistas a 2032.

Este es uno de los principales debates que tendrán los países de la OTAN en la cumbre que se celebrará dentro de un mes, entre el 24 y el 26 de junio, en La Haya (Países Bajos) y en el que Estados Unidos hará uso de su dominio total de la Alianza para decantar la balanza a su favor. De su lado, el secretario general del organismo, Mark Rutte, que ha asegurado que “todos” los países suscribirán el compromiso del 5%. “Sin duda”, se refería al caso concreto de España, al ser preguntado por un periodista.

En la misma dirección ha apuntado el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. "Puedo decirles que nos dirigimos a una cumbre dentro de seis semanas, en la que prácticamente todos los miembros de la OTAN alcanzarán o superarán el 2%. Pero lo que es más importante, muchos de ellos estarán por encima del 4%. Y todos habrán acordado el objetivo de alcanzar el 5% en la próxima década", trasladaba hace escasos días durante una entrevista.

Destinar lo mismo a Defensa que a Educación

El presupuesto total actual, fijado en el 2%, asciende a los 33.123 millones de euros y llevarlo hasta el 5% supondría rozar los 90.000 millones de euros anuales. Por el momento, España no parece muy por la labor de siquiera acercarse a este umbral, pero si suscribe el compromiso en la cumbre de junio, aunque sea con vistas a 2032, este problema se reactivará en los próximos años, de igual manera que ha sucedido con el compromiso que asumió en su momento Mariano Rajoy y que Sánchez ha asegurado ahora no poder eludir.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, tendrá oportunidad de debatir esta cuestión con Marco Rubio este jueves en Washington, durante el encuentro que, a priori, tienen agendado ambos mandatarios. Exteriores ha adelantado que los temas a tratar serán el refuerzo de la relación bilateral, la seguridad euroatlántica y los principales asuntos globales, pero también lo hará concretamente el aumento del gasto en Defensa hasta el 5%, dado que la administración estadounidense está sondeando los apoyos con los que cuenta de cara al encuentro de la Alianza Atlántica.

Desde la parte minoritaria del Gobierno, que ya ha tenido poca voz en la elevación del gasto al 2%, ya han puesto el grito en el cielo. El encargado de hacerlo ha sido el líder de la formación antibelicista y antiotan por excelencia en España, Izquierda Unida, que ha considerado “inasumible” la mera posibilidad de acercarse al 5%. Para Antonio Maíllo sería “la ruina” para el país caminar hacia ese desembolso en materia de Defensa y ha destacado que es el mismo presupuesto que el país destina a partidas como Educación.

"Eso no es solo inasumible, sino que significaría la ruptura de cualquier política de carácter social o de sostenimiento de la propia infraestructura que da el Estado a través de los servicios”, ha denunciado el coordinador federal de IU. Asimismo, ha defendido que “necesitamos que la voz del pueblo de España se levante desde esa tradición pacifista que nos ha caracterizado para decir no a esa dinámica de rearme y para construir el Gobierno de la esperanza democrática frente a la reacción y el autoritarismo".

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