La carrera contrarreloj para frenar los efectos del cambio climático comienza a acelerarse y, por ello, tanto dirigentes políticos como organismos internacionales empiezan a adoptar medidas para evitar un escenario catastrófico. António Guterres, secretario general de Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en inglés), ha pedido a los países del mundo que impulsen gravámenes a los beneficios extraordinarios que las empresas de combustibles fósiles -petróleo, gas y carbón- están obteniendo en estos momentos de la crisis energética.

Guterres reclama así que se redirija el dinero “a las personas que luchan con el aumento de precios de los alimentos y la energía y a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática”, ha defendido este lunes en la COP27, la cumbre del clima que se celebra en Sharm el Sheij (Egipto). Es así como ha llamado también a poner fin a “la dependencia de los combustibles fósiles”, así como para las construcciones de plantas de carbón y, respecto a esta fuente de energía, ha apuntado que se debe eliminar “gradualmente en los países de la OCDE para 2030”

Cabe recordar que no es la primera vez que la ONU se postula de esta manera. Allá por el mes de agosto, cuando la comunidad internacional ya adoptaba medidas de contención de los precios por la inflación derivada de la guerra de Ucrania. Guterres ya pidió gravar los “excesivos” beneficios de las empresas energéticas, tildando de “inmoral” que dichas entidades continúen recibiendo estos extras dadas las complicadas circunstancias. Tal y como ha reiterado este lunes, en aquellos momentos el secretario general llamó a usar las recaudaciones para el beneficio de las familias y los sectores vulnerables.

Guterres recordó a la par que, durante el primer trimestre de este año, las ganancias de las mayores empresas energéticas del mundo recaudaron, de forma combinada, cerca de 100.000 millones de dólares. Además, subrayó el “coste masivo” en efectos medioambientales que esto supone.

“Justicia climática”

En otro orden de ideas, y teniendo como telón de fondo el cambio climático, Guterres ha subrayado en su intervención en la cumbre de Egipto que obtener “resultados concretos sobre pérdidas y daños es una prueba de fuego del compromiso de los gobiernos con el éxito de la COP27”, por lo que ha reclamado crear una “hoja de ruta y plazos precisos” para adoptar las reglas contra el problema en común que todos los gobiernos enfrentan.

En aras de alimentar la motivación de los dirigentes internacionales para luchar unidos por una misma causa, el máximo mandatario de la ONU ha calificado de “justicia climática” actuar: “Aquellos que menos contribuyeron a la crisis climática están cosechando el torbellino sembrado por otros”, ha aseverado en alusión a los países más vulnerables, los cuales son los que menos emisiones de gases invernadero expulsan.

“El planeta se está acercando rápidamente a puntos de inflación que harán irreversible el caos climático. Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador”, ha afirmado y, por este motivo, ha llamado a todos los países miembro del G20 a “acelerar su transición” a la energía verde “ahora, en esta década”.

En la COP27, un centenar de jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo abordarán durante dos semanas el estado actual del planeta y cómo frenar los efectos del cambio climático que ya son visibles. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervendrá este lunes, mientras que otros mandatarios como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo harán más adelante.